El poeta es un fingidor. Finge tan completamente Que hasta finge que es dolor el dolor que de veras siente. Y quienes leen lo que escribe, Sienten, en el dolor leído, No los dos que el poeta vive Sino aquél que no han tenido.
Durante medio siglo
La poesía fue
El paraíso del tonto solemne.
Hasta que vine yo
Y me instalé con mi montaña rusa.
Suban, si les parece.
Claro que yo no respondo si bajan
Echando sangre por boca y narices.
Siempre somos nosotros, tenemos la culpa: originamos. El mundo todavía es...
Publicar un comentario
1 comentario:
Siempre somos nosotros, tenemos la culpa: originamos. El mundo todavía es...
Publicar un comentario