El poeta es un fingidor. Finge tan completamente Que hasta finge que es dolor el dolor que de veras siente.
Y quienes leen lo que escribe, Sienten, en el dolor leído,
No los dos que el poeta vive Sino aquél que no han tenido.
domingo, 13 de septiembre de 2009
Apegado a mi (Gabriela Mistral)
Velloncito de mi carne,
que en mi entraña yo tejí, velloncito friolento,
¡duérmete apegado a mí!
La perdiz duerme en el trébol escuchándole latir: no te turben mis alientos, ¡duérmete apegado a mí!
Hierbecita temblorosa asombrada de vivir, no te sueltes de mi pecho: ¡duérmete apegado a mí!
Yo que todo lo he perdido ahora tiemblo de dormir. No resbales de mi brazo: ¡duérmete apegado a mi!
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