tag:blogger.com,1999:blog-37336556717357375512024-03-06T05:41:44.104-03:00Poemas a 1000El poeta es un fingidor. Finge tan completamente Que hasta finge que es dolor<br> el dolor que de veras siente.
Y quienes leen lo que escribe, Sienten, en el dolor leído,<br>
No los dos que el poeta vive Sino aquél que no han tenido.Unknownnoreply@blogger.comBlogger70125tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-35498460485979056662013-09-16T22:06:00.002-03:002013-09-16T22:06:49.412-03:00A todos nuestros amigos, estamos retomando la actualización de nuestro sitio, a aquellos que nos han pedido publicar sus escritos, pueden enviarlos a <a href="mailto:frodoxcl@gmail.com">frodoxcl@gmail.com</a> con su seudónimo (si lo prefieren) y alguna reseña de uds.<br />
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muchas gracias!<br />
Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-55967766336726633002010-02-26T14:31:00.001-03:002010-02-26T14:31:57.731-03:00Zapping de los Siglos (mario Benedetti)<p>Ahora que este siglo<br>uno cualquiera<br>se deshilacha se despoja<br>de sus embustes más canallas<br>de sus presagios más obscenos<br>ahora que agoniza como una bruja triste<br>¿tendremos el derecho de inventar un desván<br> y amontonar allí / si es que nos dejan<br>los viejos infortunios / los tumores del alma<br>los siniestros parásitos del miedo?</p> <p>lo atestigua cualquier sobreviviente<br>la muerte es tan antigua como el mundo<br>por algo comparece en los vitrales<br>de las liturgias más comprometidas<br>y las basílicas en bancarrota</p> <p>lo vislumbra cualquier atormentado /<br>el poder malasombra nos acecha<br>y es tan injusto como el sueño eterno<br>por algo acaba con los espejismos<br>y la pasión de los menesterosos /<br>archisabido es que sus lázaros<br> no se liberan fácilmente<br>de los sudarios y las culpas</p> <p>quiero pensar el cielo cuando estaba<br>sin boquetes y sin apocalipsis<br>quiero pensarlo cuando era<br>el complemento diáfano del mar<br>pensar el mar cuando era limpio<br>y las aletas de los peces<br>acariciaban los tobillos<br> de nuestras afroditas en agraz</p> <p>pensar los bosques / la espesura<br>no esos desiertos injuriosos<br>en que han ido a parar<br>sino como árboles y sombra<br>como follajes bisabuelos</p> <p>¿a dónde irán los niños y los perros<br>cuando el siglo vecino nos dé alcance?</p> <p>¿niños acribillados como perros?<br>¿perros abandonados como niños?</p> <p>¿a dónde irán los caciquillos<br>los náufragos de tierra firme<br>los alfareros de la envidia<br>los lascivos y los soplones<br>de las llanuras informáticas?</p> <p>¿dónde se afincarán los coitos baladíes<br>las gargantas profundas / los colores<br>del ciego / los solemnes esperpentos /<br>los síndromes de chiapas y estocolmo?</p> <p>¿qué será del amor<br>y qué del odio<br>cuando el siglo vecino nos dé alcance?</p> <p>este fin de centuria es el desquite<br>de los rufianes y camanduleros<br>de los callados cuando el hambre aúlla<br>de los ausentes cuando pasan lista<br>de los penosos vencedores<br>y los tributos del olvido<br>de los abismos cada vez más hondos<br> entre carentes y sobrados<br>de las erratas en los mapas<br>hidrográficos de la angustia</p> <p>los peregrinos reivindican<br>un lugarcito en el futuro<br>pero el futuro cierra cuentas<br>y claraboyas y postigos</p> <p>los peregrinos ya no rezan<br>cruje la fe de los vencidos<br>y en el umbral de la carroña<br>un caracol arrastra el rastro</p> <p>los peregrinos todavía<br>aman / creyendo que el amor<br>última thule / ese intangible<br>los salvará del infortunio</p> <p>los peregrinos hacen planes<br>y sin aviso fundan sueños<br>están desnudos como amantes<br>y como amantes sienten frío</p> <p>los peregrinos desenroscan<br>su corazón a la intemperie<br>y en el reloj de los latidos<br>se oye que siempre acaso nunca</p> <p>los peregrinos atesoran<br>ternuras lástimas inquinas<br>lavan sus huesos en la lluvia<br>las utopías en el limo</p> <p>los que deciden cantan loas<br>a los horteras del dinero /<br>los potentados del hastío<br>precisan mitos como el pan</p> <p>los que deciden glorifican<br>a los verdugos del placer<br>a cancerberos y pontífices<br>inquisidores de los cuerpos</p> <p>desde su cúpula de nailon<br>una vez y otra y otra vez<br>los que deciden se solazan<br>con el espanto de los frágiles</p> <p>tapan el sol con un arnero<br>se esconde el sol / queda el arnero<br>los memoriosos abren cancha<br>para el misil de la sospecha</p> <p>¿cómo vendrá la otra centuria?<br>¿siglo cualquiera? ¿siglo espanto?<br>¿con asesinos de juguete<br>o con maniáticos de veras?</p> <p>cuando no estemos ¿quién tendrá<br>ojos que ahora son tus ojos?<br>¿quién surgirá de las cenizas<br>para bregar contra el olvido?</p> <p>¿quienes serán amos del aire?<br>¿los pararrayos o los buitres?<br>¿los helicópteros? ¿los cirros?<br>¿las golondrinas? ¿las antenas?</p> <p>temo que vengan los gigantes<br>a concedernos pequeñeces<br>o el dios silvestre nos abarque<br>en su bostezo universal</p> <p>el pobre mundo sin nosotros<br>será peor / a no dudarlo /<br>pero en su caja de caudales<br>habrá una nada / toda de oro</p> <p>¿dará vergüenza ese silencio?<br>¿o será un saldo del bochorno?<br>¿habrá un mutismo generalizado?<br>¿o alguna sorda tocará el oboe?</p> <p>damas y caballeros / ya era tiempo<br>de baños unisex / el buen relajo<br>será por suerte constitucional<br>durante el rictus de la primavera</p> <p>no nos roben el ángelus ni el cénit<br>ni las piernas de efímeras muchachas<br>no elaboren un siglo miserable<br>con fanatismo y sábanas de virgen</p> <p>¿habrá alquimistas que divulguen<br>su panacea en inglés básico?<br>¿habrá floristas para putas?<br>¿verdugos para ejecutores?</p> <p>¿cabrá la noche en los cristales?<br>¿cabrán los cuerpos en la noche?<br>¿cabrá el amor entre los cuerpos?<br>¿cabrá el delirio en el amor?</p> <p>el siglo próximo es aún<br>una respuesta inescrutable<br>los peregrinos peregrinan<br>con su mochila de preguntas</p> <p>el siglo light está a dos pasos<br>su locurita ya encandila<br>al cuervo azul lo embalsamaron<br>y ya no dice nunca más</p> Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-54927967338273789952009-12-12T09:49:00.004-03:002009-12-27T19:15:02.384-03:00De "Canto a mí mismo" (Walt Withman)<p align="left"><span style="font-family:Georgia;font-size:85%;color:#000000;">1. Me celebro y me canto a mí mismo.<br />Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,<br />porque lo que yo tengo lo tienes tú<br />y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también. </span></p><p><span style="font-family:Georgia;font-size:85%;color:#000000;">Vago... e invito a vagar a mi alma.<br />Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra<br />para ver cómo crece la hierba del estío.<br />Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,<br />de esta tierra y de estos vientos.<br />Me engendraron padres que nacieron aquí,<br />de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,<br />de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también. </span></p><p><span style="font-family:Georgia;font-size:85%;color:#000000;">Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.<br />Y con mi aliento puro<br />comienzo a cantar hoy<br />y no terminaré mi canto hasta que muera.<br />Que se callen ahora las escuelas y los credos.<br />Atrás. A su sitio.<br />Sé cuál es su misión y no la olvidaré;<br />que nadie la olvide.<br />Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,<br />dejo hablar a todos sin restricción,<br />y abro de para en par las puertas a la energía original de la naturaleza<br />desenfrenada. </span></p><p><span style="font-size:85%;">Si te gusto nuestro nuestro sitio colaboranos... para así seguir creciendo </span></p><p><span style="font-size:85%;"></span></p>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-50726290898934211502009-12-11T21:55:00.004-03:002009-12-27T19:16:24.141-03:00Es el Olvido (Nicanor Parra)<span style="font-size:130%;"></span><br /><em>Uno de mis poemas favoritos... es el Olvido.. de Nicanor Parra</em><br /><span style="font-size:130%;"></span><br />Juro que no recuerdo ni su nombre,<br />mas moriré llamándola María,<br />no por simple capricho de poeta:<br />por su aspecto de plaza de provincia.<br />¡Tiempos aquellos!, yo un espantapájaros,<br />ella una joven pálida y sombría.<br />Al volver una tarde del Liceo<br />supe de la su muerte inmerecida,<br />nueva que me causó tal desengaño<br />que derramé una lágrima al oírla.<br /><br />Una lágrima, sí, ¡quién lo creyera!,<br />y eso que soy persona de energía.<br />Si he de conceder crédito a lo dicho<br />por la gente que trajo la noticia<br />debo creer, sin vacilar un punto,<br />que murió con mi nombre en las pupilas,<br />hecho que me sorprende, porque nunca<br />fue para mí otra cosa que una amiga.<br />Nunca tuve con ella más que simples<br />relaciones de estricta cortesía,<br />nada más que palabras y palabras<br />y una que otra mención de golondrinas.<br /><br />La conocí en mi pueblo (de mi pueblo<br />sólo queda un puñado de cenizas),<br />pero jamás vi en ella otro destino<br />que el de una joven triste y pensativa.<br />Tanto fue así que hasta llegué a tratarla<br />con el celeste nombre de María,<br />circunstancia que prueba claramente<br />la exactitud central de mi doctrina.<br />Puede ser que una vez la haya besado,<br />¡quién es el que no besa a sus amigas!,<br />pero tened presente que lo hice<br />sin darme cuenta bien de lo que hacía.<br /><br />No negaré, eso sí, que me gustaba<br />su inmaterial y vaga compañía<br />que era como el espíritu sereno<br />que a las flores domésticas anima.<br />Yo no puedo ocultar de ningún modo<br />la importancia que tuvo su sonrisa<br />ni desvirtuar el favorable influjo<br />que hasta en las mismas piedras ejercía.<br />Agreguemos, aún, que de la noche<br />fueron sus ojos fuente fidedigna.<br /><br />Mas, a pesar de todo, es necesario<br />que comprendan que yo no la quería<br />sino con ese vago sentimiento<br />con que a un pariente enfermo se designa.<br />Sin embargo sucede, sin embargo,<br />lo que a esta fecha aún me maravilla,<br />ese inaudito y singular ejemplo<br />de morir con mi nombre en las pupilas,<br />ella, múltiple rosa inmaculada,<br />ella que era una lámpara legítima.<br /><br />Tiene razón, mucha razón, la gente<br />que se pasa quejando noche y día<br />de que el mundo traidor en que vivimos<br />vale menos que rueda detenida:<br />mucho más honorable es una tumba,<br />vale más una hoja enmohecida,<br />nada es verdad, aquí nada perdura,<br />ni el color del cristal con que se mira.<br /><br />Hoy es un día azul de primavera,<br />creo que moriré de poesía,<br />de esa famosa joven melancólica<br />no recuerdo ni el nombre que tenía.<br />Sólo sé que pasó por este mundo<br />como una paloma fugitiva:<br />la olvidé sin quererlo, lentamente,<br />como todas las cosas de la vida.<br /><br /><span style="font-size:85%;">Colaboranos...<br />Si te gusto nuestro sitio colaboranos para así seguir creciendo</span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-22695231216221155452009-09-13T21:34:00.003-04:002009-12-11T22:02:51.121-03:00Apegado a mi (Gabriela Mistral)<center><center><span style="color:#000000;">Velloncito de mi carne,</span></center><center><span style="color:#000000;">que en mi entraña yo tejí,<br />velloncito friolento,</span></center><center><span style="color:#000000;">¡duérmete apegado a mí!</span></center><span style="color:#8f1f1e;"><br /><center><span style="color:#000000;">La perdiz duerme en el trébol<br />escuchándole latir:<br />no te turben mis alientos,<br />¡duérmete apegado a mí! </span><p></p></center><center><span style="color:#000000;"><br /></span></center><center><span style="color:#000000;">Hierbecita temblorosa<br />asombrada de vivir,<br />no te sueltes de mi pecho:<br />¡duérmete apegado a mí! </span><p></p></center><center><span style="color:#000000;"><br /></span></center><center><span style="color:#000000;">Yo que todo lo he perdido<br />ahora tiemblo de dormir.<br />No resbales de mi brazo:<br />¡duérmete apegado a mi!</span></center></span></center>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-77861460330528584012009-09-01T08:47:00.002-04:002013-06-23T16:52:52.881-04:00Retrato de un Antipoeta<div class="mobile-photo">
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Durante la semana pasada se estreno en Chile la película "Retrato de un antipoeta". El cineasta chileno Victor Jiménez siguio durante 11 años al antipoeta. Fueron 11 años pero solo 15 horas de filmación, declaro el cineasta. Jiménez menciono que la filmación de su primer largometraje fue sumamente delicada. "Llegábamos a su casa -en la playa o de la capital- y nos teníamos que quedar, tener paciencia, ver cómo estaba de ánimo. El proceso fue delicado, siempre. Muchas veces, él no nos recibía, nos dejaba fuera. Nosotros insistíamos, nos decía que no, y al día<br />
siguiente era un amor y nos dejaba filmarlo. Todo era así, como que te apretaba y te soltaba", describió.<br />
"Al final fue positivo para mi, en términos de que siempre tuve que buscar la manera de seguir avanzando y eso me llevó a superarme a mí mismo todo el tiempo, y lograr terminar esto", señaló.<br />
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Sin duda es Un film que nos acercará a la intimidad del poeta, recomendada.<br />
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Les dejo el trailer:<br />
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<object height="340" width="560"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/Vsd7UOkK19U&hl=es&fs=1&"></param>
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El evento se realiza desde el 20 al 25 de mayo, y su Director es nuestro compatriota, el escritor chileno Luis Sepúlveda.<br />
<span style="font-size: 85%;"><br />Responde Angel Parra, acerca de Violeta:</span><span style="font-size: 85%; font-weight: bold;">¿Pesa la púrpura de ser el hijo de un mito? </span><span style="font-size: 85%;"><br /></span><span style="font-size: 85%; font-style: italic;">Yo lo llevo maravillosamente. Con ella aprendí a leer, a escribir, a sumar y a restar. Y a no mentir, para lo que recibí algunos varillazos. Ella fue mi universidad. </span><span style="font-size: 85%;"><br /></span><span style="font-size: 85%; font-weight: bold;">¿De qué modo surgió de una familia tan modesta como la de su madre un arte tan grande? </span><span style="font-size: 85%;"><br /></span><span style="font-size: 85%; font-style: italic;">No sé de dónde le vino esa capacidad, que la llevó a indagar las raíces populares de la canción, descubrir el guitarrón de veinticinco cuerdas o convertir el canto en una lucha. Sé que nosotros sólo hemos seguido su ejemplo. </span><span style="font-size: 85%;"><br /></span><span style="font-size: 85%; font-weight: bold;">En su caso, padeciendo cárcel y exilio tras el golpe de Pinochet. En el campo de concentración de Chacabuco, tuvo la inspiración del 'Oratorio de la Pasión según San Juan'... </span><span style="font-size: 85%;"><br /></span><span style="font-size: 85%; font-style: italic;">Al llegar al campo, se nos avisó de que no nos acercáramos a la red de la valla, que estaba electrificada. La advertencia nos la hizo un capellán militar... </span><span style="font-size: 85%;"><br /></span><span style="font-size: 85%; font-style: italic;">Quise convencerle de que los prisioneros eran igual a Cristo. Así empecé a idear el 'Oratorio'. </span><span style="font-size: 85%;"><br /></span><span style="font-size: 85%; font-weight: bold;">Su madre se suicidó en 1967, a los 49 años. ¿Es un tema que prefiere evitar? </span><span style="font-size: 85%;"><br /></span><span style="font-size: 85%; font-style: italic;">Fue un acto de libertad por el que tengo un respeto tremendo. Venía de vuelta, y siempre había sido crítica y autocrítica. No soportaba la mediocridad del amor, ni de la sociedad que se avecinaba. Se adelantó un siglo a su época. </span><span style="font-size: 85%;"><br /></span><span style="font-size: 85%; font-style: italic; font-weight: bold;">Hoy sus canciones están en la voz de Serrat, Silvio Rodríguez... ¿Se queda con alguna versión? </span><span style="font-size: 85%;"><br /></span><span style="font-size: 85%; font-style: italic;">Con todas. Y con las más humildes, como las de los chicos que las cantan en los autobuses de Santiago.</span><span style="font-size: 85%;"><br /></span><br />
"<span style="font-style: italic;">Violeta se fue a los cielos</span>" es una obra de Angel Parra, publicada el 2006 y esta compuesta por un libro y un CD con temas de Violeta Parra, interpretados por Angel. <span style="font-style: italic;">“La mañana del cinco de febrero de mil novecientos sesenta y siete Violeta se fue a los cielos. Libertad total en el espacio, sin restricciones. Así me imagino el suicidio, el acto mismo”</span>, apunta Parra en la primera parte del libro.<br />
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El Cd que acompaña al libro contiene los siguientes temas:<br />
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<span style="font-size: 85%;">1.Corazón maldito (Violeta Parra)<br />2.Rin del angelito (Violeta Parra)<br />3.Paloma ausente (Violeta Parra)<br />4.Mazúrquica modérnica (Violeta Parra)<br />5.Santiago, penando estás (Violeta Parra)<br />6.Qué dirá el Santo Padre o [El santo padre] (Violeta Parra)<br />7.Y arriba quemando el sol (Violeta Parra)<br />8.Se juntan dos palomitos (Violeta Parra)<br />9.La pericona se ha muerto (Violeta Parra)<br />10.Run Run se fue pa'l Norte (Violeta Parra)<br />11.Parabienes al revés o [La carreta enflorá] (Violeta Parra)<br />12.Volver a los diecisiete (Violeta Parra)<br />13.En los jardines humanos o [Es una barca de amores] (Violeta Parra)<br />14.Porque los pobres no tienen (Violeta Parra)<br />15.Gracias a la vida (Violeta Parra)</span><br />
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Aca le presentamos unos de los temas del Disco "Violeta se fue a los Cielos" :<br />
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<object height="344" width="425"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/Ka6lNXhwoII&hl=es&fs=1"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/Ka6lNXhwoII&hl=es&fs=1" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" height="344" width="425"></embed></object><br />
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Aca los dejamos con el Primer capítulo del Libro "<a href="http://www.antartica.cl/antartica/servlet/LibroServlet?action=fichaLibro&id_libro=49882" target="_blank">Violeta se fue a los Cielos</a>", esperando que se entusiasmen y compren la obra completa:<br />
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<span style="font-size: 85%; font-style: italic;">Domingo cinco de febrero de mil novecientos sesenta y siete. 14 horas. La detonación debe haberse escuchado desde lejos. O tal vez no. La pistola era de bajo calibre. Drástico fin de todos sus tormentos. Drástico. Como le gustaban las cosas a ella. A través de ese pequeño orificio se le fue la vida. Y con ella, los pájaros azules y rojos, dijo Atahualpa, mi viejo maestro; ya no le cabían en el alma. Por ese pequeño orificio entró a la historia. Como siempre, el consabido cuento de que los artistas deben morir para ser plenamente reconocidos.<br />Los vecinos preparaban el asado del domingo y seguro tenían dos o tres aperitivos en el cuerpo.<br />Tal vez el estampido, o como decía su hermano mayor, el pistoletazo, debe haber sonado como una puerta que se cierra con violencia. Prefiero la palabra estampido. Aquel sonido que coincidió con el entrechocar de las copas, no se oyó, felizmente para ellos; estaban de fiesta, un cumpleaños, la graduación del hijo, el intercambio de anillos de la hija mayor.<br /><br />No me gusta la palabra pistoletazo, la palabra estampido me hace pensar en llanuras repletas de caballos desbocados. Libertad total en el espacio, sin restricciones. Así me imagino el suicidio, el acto mismo. Echar a galopar todos los caballos frenados, retenidos, maneados.<br /><br />Potreros plenos de alfalfa verde, cascos enterrándose en el barro blando por la humedad del rocío, en galope desenfrenado. Caballos alados que, ahora,flotando se llevan la preciosa carga para perderse entre las nubes. Mientras aquí, en la tierra y su vulgaridad, un hilo de sangre corre desde la sien de mi madre hasta tocar el piso, el piso de tierra. De esta tierra que tanto amó y defendió con su canto y su guitarra. Obstinada y resuelta, hoy fundiéndose en ella, por los siglos de los siglos. Realizando el milagro tan esperado. Tierra y sangre. Madre Tierra. Hermanas de sangre juntas, por fin. Hágase su voluntad.<br /><br />Así lo decidió mi madre.<br /><br />Yo no escuché el estampido. A más de doscientos kilómetros, no intuí, no presentí. Ningún aviso mágico. Nada. La magia no existe.<br /><br />Un amigo lo escuchó en la radio, en el noticiero de las tres de la tarde. Con cariño y firmeza dijo: “tu madre se suicidó”. A pesar del intenso calor veraniego, sentí frío.<br /><br />Tengo veintitrés años, un hijo pequeñito, una mujer tierna y segura. Partimos de inmediato a Santiago. Tres horas después llegamos a la “carpa de la reina”.<br /><br />Lágrimas intermitentes, dos sentimientos. Alegría por su liberación, tristeza por su ausencia que pensé definitiva. Error, desde ese día, su presencia no ha dejado de acompañarme.<br />Cientos de anónimas personas, luego serían miles, comenzaban a rodear la carpa. Fragancias diferentes emanaban de los ramos de flores. Colores y formas distintos, según la personas. Me detuve por un momento en un ramo de clavelinas, quise pedírselo a esa muchacha para ser yo quien se lo llevara. Flores silvestres. Como ella decía, sin buscar la belleza, simplemente el gesto. Las mismas flores que había mencionado por sus nombres en la tonada “La jardinera”.<br /><br />Para mi tristeza violeta azul<br />Clavelina roja pa’ mi pasión<br />Y para saber si me correspondes<br />Deshojo un blanco manzanillón<br />Si me quieres mucho poquito nada<br />Tranquilo queda mi corazón.<br /><br />Carmen Luisa, mi hermana menor, de quince años por esos días, vivía con ella en la carpa. Mi hermana Isabel y yo ya estábamos enrielados, en nuestros propios caminos, ella con su vida y yo en lo mío. Empezando a jugar a ser adultos.<br />Poco tiempo antes de tomar esta decisión definitiva, mi madre terminaba su relación amorosa con Gilbert Favre, “El gringo”. “Run run se fue pal’ norte”. ¿Cuál norte? El que él andaba buscando, un norte que le perteneciera solo a él.<br /><br />Quién puede mejor que ella, mi madre, dar cuenta, a quien le interese – sé que hay muchos – desentrañar esta ruptura, solo ella. Explicándose a sí misma las razones de tal separación. Por eso escribía, para desenredar las madejas del alma, creo oírla. Donde tanto amor existió, hoy solo vacío y desolación.<br />“Run run se fue pal’ norte”, lo dice todo. No hay misterios, ahí está la profunda verdad.<br /><br />En un carro de olvido, antes del aclarar,<br />de una estación del tiempo decidido a rodar<br />Run Run se fue pa’l norte, no sé cuándo vendrá<br />vendrá para el cumpleaños de nuestra soledad.<br />A los tres días carta con letras de coral,<br />me dice que su viaje se alarga más y más,<br />se va de Antofagasta sin dar una señal<br /><br />y cuenta una aventura que paso a deletrear.<br />Ay, ay, ay, de mí.<br />Al medio de un gentío que tuvo que afrontar<br />un trasbordo por culpa del último huracán,<br />en un puente quebrado cerca de Vallenar,<br />con un cruz al hombro Run Run debió cruzar.<br />Run Run siguió su viaje, llegó al tamarugal<br />sentado en una piedra, se puso a divagar,<br />que sí, que esto, que lo otro, que nunca, que además,<br />que la vida es mentira, que la muerte es verdad.<br />Ay, ay, ay, de mí.<br />La cosa es que una alforja se puso a trajinar<br />sacó papel y tinta y un recuerdo quizás<br />sin pena ni alegría, sin gloria ni piedad,<br />sin rabia ni amargura, sin hiel ni libertad,<br />vacía corno el hueco del mundo terrenal,<br />Run Run mandó su carta por mandarla no más.<br />Run Run se fue pa’l norte, yo me quedé en el sur<br />al medio hay un abismo sin música ni luz.<br />Ay, ay, ay, de mí.<br />El calendario afloja por las ruedas del tren<br />los números del año por el filo del riel<br />más vueltas dan los fierros, más nubes en el mes,<br />más largos son los rieles, más agrio es el después.<br />Run Run se fue pa’l norte qué le vamos a hacer<br />así es la vida entonces, espinas de Israel<br />amor crucificado, corona del desdén;<br />los clavos del martirio, el vinagre y la hiel.<br />Ay, ay, ay de mí.<br /><br />Gilbert vino navegando desde su país, Suiza, a descubrir el continente latinoamericano. Pintor y carpintero, gentil y divertido, aprendiz de todo en la comédie suisse, en la ciudad de Ginebra, trató de aprender a tocar el clarinete, sin resultados probatorios, buscavidas, cambia de oficios; amante del bee-bop y del buen vino.<br /><br />Bienvenido entre las damas. Vivió un tiempo entre los gitanos de Granada, buscando acercarse al flamenco. Alma aventurera, decide embarcarse hacia América del Sur, acompañando a un antropólogo en una expedición al desierto de Atacama. Expedición que abandonó después de algunos roces con el científico que la dirigía. Resuelve entonces descubrir el país por cuenta propia.<br />Al llegar a Santiago preguntó por Violeta, estaba informado de que ella era quien investigaba la música folklórica, y mucho más, el alma popular. Fue de esa manera que llegó hasta la casa de mi madre justo el día de su cumpleaños. Un 4 de octubre. Yo lo conduje a ese encuentro.<br />Celebraron intensamente, querían conocerse, se integró de forma inmediata. Eran dos seres que se andaban buscando. La amalgama resultó rapidito. Interesados en avanzar juntos, sin plazos ni fechas. Cinco años para descubrir un mundo extraño y fascinante. Ese fue el tiempo que demoró Gilbert, en desentrañar los<br />misterios que le ofrecía el mundo de Violeta Parra.<br /><br />Suave y tosco a la vez, se notaba a la legua que había estado demasiado tiempo solo. Dos solitarios que se encuentran necesitan tiempo para cambiar modos y costumbres. De alguna manera pierden la libertad. Pasar del yo al nosotros, les significó tiempo.Ella, carácter apasionado, tierno y explosivo. ¿Dominante? Sin duda. Años amorosos y tormentosos se dibujaban a cuatro manos, en el horizonte.Después de la separación, fue Bolivia la estación de término en el continente latinoamericano. Nueva tierra de acogida para Gilbert.<br />Mi madre no lo retuvo, al contrario, lo estimuló. La relación estaba mustia, fatigada, lo fue a visitar, convencida de que no habría vuelta atrás. Lo conversamos sin lágrimas de su parte. Se encantó con el pueblo boliviano.<br />Un par de intentos fallidos por reparar la frágil vasija del amor. Resultado, constatación de lo que ya sabía, los amores nacen, viven y mueren. Sin embargo, en estos viajes, no perdió el tiempo en querellas de desventurados amores. Con sus nuevas canciones, impactó a ese pueblo, “Gracias a la vida”, “Volver a los<br />diecisiete”, “Maldigo”, “Rin del angelito”, se oían en las radios. Verdadero contacto con el público boliviano. Partidaria decidida de devolver las costas y el mar. Al contestar el teléfono en la peña “Naira” en lugar de decir: aló, se le oía “mar para Bolivia”.En el mercado de La Paz, en las humildes tiendas, su fotografía estuvo presente durante mucho tiempo. Volvió a Chile con grupos de música folklórica boliviana, que presentaba en la carpa de La Reina. “Estos dos pueblos se necesitan”, decía, y los abrazos culturales ella los hacía realidad.<br />Para Gilbert era demasiado tarde. Su fuente amorosa se había secado. Llegó un día como regalo de cumpleaños y fue el más bienvenido de todos. Se fue quedando. Encontró en mi madre todo lo que le había faltado tanto tiempo. Una mujer fuerte, creativa, enamorada de su trabajo, libre como el viento. Un país<br />a descubrir, una familia. Nosotros.<br /><br />Al tercer día de su presencia en casa, se acercó a mí, entre cómico y solemne. “Tengo algo que decirte”, dijo en su reciente castellano. Mi madre le explicó que si él quería instalarse con ella en casa, debía pedirle al hijo hombre de la casa, la mano de la madre.<br />Lo hizo torpe y tiernamente. Accedí a su pedido, agradeciéndole; su presencia me abría espacios de libertad, complicidad compartida. En el pueblo donde terminó sus días “Roussin”, nos acordábamos, reímos y lloramos, brindando por lo vivido. Hasta su muerte mantuvimos una relación de amistad y cariño.<br />Lo recuerdo en el año sesenta y cinco, después de aquella dolorosa y maravillosa aventura, la exposición de mi madre en el Museo del Louvre. De regreso en Chile hicimos un disco de música de inspiración andina, “Ángel Parra y el tocador afuerino”. Mi mamá le puso ese apodo. Ya se vislumbraba la ruptura.<br /><br />Afuerino se les llama a las personas que no pertenecen al lugar.Al cabo de algunos años de rodar y lidiar con los grupos musicales en Europa, y la verdad hay que decirla, lo explotaban, Gilbert decidió terminar con la música y sus relaciones altiplánicas. Fatigado de manera definitiva, me confió que destruyó una a una las quenas y flautas andinas, las que dominaba a la perfección.<br />Decidido a no tocar nunca más ese instrumento, se dedicó a la observación de las estrellas.<br />Corría el año ochenta y siete cuando le propuse que me acompañara en un tema al cual su instrumento le venía de perillas. Me costó mucho convencerlo de romper su decisión de no volver a tomar en sus manos una quena. Si aceptó, lo hizo solo por cariño a nuestro pasado, a la amistad mantenida. Después de mucho tiempo trascurrido, a veinte años de la muerte de la mujer que un día había amado.<br />Nos proyectábamos las historias vividas, como una película, en la cual nosotros no habíamos actuado.<br />Momentos más buenos que malos, Santiago, Buenos Aires, Paris, Ginebra, la primera exposición de mi madre en Argentina. Los bastidores de los cuadros, los hacía Gilbert. Violeta avanzaba, pintaba uno tras otro. Él recordaba esos momentos con nitidez y alegría; también otros, con rabia, borrosos.<br />Buscaba expresarse artísticamente pero no sabía cómo. El trabajo con mi madre lo hacía posponer indefinidamente su propia búsqueda; eso lo frustraba, pero no era egoísta, aceptaba.<br />La cámara cinematográfica que le regaló mi madre fue algo muy importante para él, porque era uno de los caminos que quería explorar, aunque jamás hiciera una película.<br />La más bella aventura que vivieron como pareja fue conquistar el fuerte inexpugnable, el Museo del Louvre. Punto culminante para Violeta.<br />Rue Monsieur le Prince en París, L’escale, “La Candelaria”, el número quince de la rue Voltaire en Ginebra, Suiza. Para mí, momentos de privilegios, testigo inconsciente. Dejaba transcurrir la vida, sin darle importancia, recibiendo lo que se me ofrecía. Juventud divino tesoro. Tanto compartido sin saberlo.<br /><br />Bendita inocencia.<br />Miro hacia atrás sin pasión, no me corresponde. Gilbert con su eterno cigarrillo en los labios, apagado, en la casa de La Reina. En esa época ya tenía dificultades respiratorias. Mi madre le condenaba el cigarrito. Yo, escondido, le pedía uno.<br />Llegó con un clarinete y sus discos de George Brassens y salió de las manos mágicas de mi madre convertido en el primer intérprete de la quena, de todos los altiplanos.<br />Gilbert aprendió mucho con ella. A lo humano y a lo divino. Como todos nosotros, el silabario completo. Solo teníamos que ser pacientes y escuchar, sabía perfectamente lo que quería sacar afuera de cada uno de nosotros.Durante los años que pasaron juntos, recíprocamente se entregaron amor y ternura, celos y dolores. Como todas las parejas, ni más ni menos. Mi madre, en su desmesura genial y brutal, quería todo al instante y, ese todo, era mucho esfuerzo, trabajo, disciplina. Para personas vulgares y silvestres como nosotros, imposible, a pesar del empeño.<br />Violeta quería a su madre, a su pueblo, a sus hermanos, a sus hijos, a sus amores, en la misma lucha, todos juntos. Unir, juntar fuerzas con el objeto de ganar batallas todos los santos días. Fortalecer a los débiles para protegerse de los ataques de los más fuertes. Y las ganaba.<br />No debe haber sido fácil para el Gringo. Para Gilbert fueron años de formación, de escuela de crecimiento como ser humano y, como todos los estudiantes, cuando se recibió, con el diploma en la mano, se fue. Al comienzo no lo lució en la oficina del alma, con el tiempo se enorgulleció. El resto de la historia les pertenece solo a ellos.</span>Unknownnoreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-77828856592566248112009-05-24T09:48:00.002-04:002009-05-24T09:50:19.675-04:00Desde la Nada (Luilly Gómez)Hoy presentamos otro escrito de nuestro amigo y colaborador Luilly Gómez, espero les guste<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Desde la Nada</span><br /><br /><span lang="ES-TRAD">El hombre que hasta la noche anterior veía frenada su marcha por una gran muralla; con el nuevo amanecer,<span> </span>vio derribada <span> </span>su muralla y frente a él mil caminos.</span> <p><span lang="ES-TRAD">El pez que rogaba a Neptuno por vivir en aguas más profundas, se encuentra cayendo desde una inmensa<span> </span>catarata y su cuerpo<span> </span>no soporta las toneladas de agua que caen sobre él.</span></p> <p><span lang="ES-TRAD">El ave que a Eolo pedía mejores vientos, se haya siendo torturado por un huracán, el mismo que pedía un poco más de brisa, hoy sólo clama calma a la tempestad que ha quebrado sus alas.</span></p> <p><span lang="ES-TRAD">También un árbol, que cansado de la primavera pidió a la naturaleza<span> </span>no cargar tantas hojas; en otoño se le oyó clamar a las últimas hojas que aferradas a sus brazos permanecían,<span> </span>que por favor<span> </span>conservaran su color, que no escucharan el llamado de la tierra que las exhortaba fundirse con ella.</span></p> <p><span lang="ES-TRAD">Un hombre, en su juventud rogaba<span> </span>por un sólo momento de una anhelada mirada; <span> </span>y hoy, unos cuantos años después no tolera las muchas miradas ni por sólo un segundo.</span></p> <p><span lang="ES-TRAD">Un niño solitario, que en el bosque de su infancia se sentía abandonado porque el eco su voz se la llevó; Hoy, ya no soporta el dolor que su propia<span> </span>voz le causa a sus oídos, pues ha regresado desde la nada y nunca<span> </span>imagino su retorno.</span></p> <p><span lang="ES-TRAD">Aquel, que sólo pedía una oportunidad para amar; Hoy prefiere amistad, compañía, alegrías y livianas risas, no sabe si<span> </span>la espera <span> </span>acabo con sus deseos o si olvido sus anhelos, después de<span> </span>tantas noches de soledad soñó tantos sueños, deseo tantas cosas… hoy se<span> </span>hacen realidad.</span></p> <p><span lang="ES-TRAD">El sólo quería un sueño hecho realidad, y no todos,<span> </span>ahora sufre la misma angustia, la misma que lo torturó la primera noche de su vida en la que la melancolía anido en su pecho. Nunca pensó que tanta carencia se volvería tanta abundancia. </span></p> <p><span lang="ES-TRAD">A él nunca le dijeron la verdad sobre los deseos… nunca le contaron que tanta fantasía y tanta ensoñación, le dañarían el corazón. </span></p>Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-69156638525197812542009-05-22T16:18:00.006-04:002009-05-22T16:30:57.159-04:00Recopilación Poemas de Amor (Varios autores)<span style="font-weight: bold;"></span>Una selección de los mejores poemas de amor publicados en nuestro blog:<br /><br />El primer lugar se lo lleva nuestro compatriota <span style="font-weight: bold;">Pablo Neruda </span>(Chile)<br /><br /><a href="http://poema1000.blogspot.com/2009/03/poema-15-me-gustas-cuando-callas-pablo.html"></a><a href="http://poema1000.blogspot.com/2009/03/poema-15-me-gustas-cuando-callas-pablo.html">Poema XV Me gustas cuando callas</a><br /><br /><a href="http://poema1000.blogspot.com/2009/04/poema-10-hemos-perdido-aun-este.html">Poema X Hemos perdido aún este crepúsculo</a><br /><br /><a href="http://poema1000.blogspot.com/2009/04/en-ti-la-tierra-pablo-neruda.html">En tí la Tierra</a><br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Antonio Gamoneda</span> (España)<br /><br /><a href="http://poema1000.blogspot.com/search/label/Antonio%20Gamoneda">Amor / Estar en Tí / Tú ... y otros</a><br /><br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Mario Benedetti</span> (Uruguay)<br /><br /><a href="http://poema1000.blogspot.com/search/label/En%20la%20voz%20del%20autor">Hagamos un trato / Táctica y Estrategia</a><br /><br /><a href="http://poema1000.blogspot.com/2009/03/rostro-de-voz-mario-benedetti.html">Rostro de Vos</a><br /><br /><a href="http://poema1000.blogspot.com/2009/04/hoy-solo-un-poema-asuncion-de-ti.html">Asunción de Tí </a><br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Gustavo Adolfo Becquer</span> (España)<br /><br /><a href="http://poema1000.blogspot.com/2009/04/cartas-literarias-una-mujer-i-gustavo.html">Cartas Literarias a Una Mujer - Carta I</a><br /><br /><a href="http://poema1000.blogspot.com/2009/05/cartas-literarias-una-mujer-carta-ii.html">Cartas Literarias a Una Mujer - Carta II</a><br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Luilly Gomez</span> (Chile)<br /><br /><a href="http://poema1000.blogspot.com/search/label/Luilly%20G%C3%B3mez">Abreme tus ojos (inédito)</a><br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Nicanor Parra</span> (Chile)<br /><br /><a href="http://poema1000.blogspot.com/2009/04/cartas-una-desconocida-nicanor-parra.html">Cartas a una desconocida</a><br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Miquel Martí I Pol</span> (España)<br /><br /><a href="http://poema1000.blogspot.com/search/label/Miquel%20Mart%C3%AD%20I%20Pol">Ahora que todo vuelve... / Carta / Descubristeis que en sólo un instante... y otros</a><br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Pere Gimferrer</span> (España)<br /><br /><a href="http://poema1000.blogspot.com/search/label/Pere%20Gimferrer">BY LOVE POSSESSED</a>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-69766316835521232652009-05-22T15:52:00.004-04:002013-09-16T23:21:15.242-03:00Poemas de Jorge Luis Borgues<br />
<span style="font-weight: bold;">Poema de los Dones</span><br />
<br />
Nadie rebaje a lágrima o reproche<br />
esta declaración de la maestría<br />
de Dios, que con magnífica ironía<br />
me dio a la vez los libros y la noche.<br />
<br />
De esta ciudad de libros hizo dueños<br />
a unos ojos sin luz, que sólo pueden<br />
leer en las bibliotecas de los sueños<br />
los insensatos párrafos que ceden.<br />
<br />
<br />
las albas a su afán. En vano el día<br />
les prodiga sus libros infinitos,<br />
arduos como los arduos manuscritos<br />
que perecieron en Alejandría.<br />
<br />
<br />
De hambre y de sed, narra una historia griega,<br />
muere un rey entre fuentes y jardines;<br />
yo fatigo sin rumbo los confines<br />
de esta alta y honda biblioteca ciega.<br />
<br />
<br />
Enciclopedias, atlas, el Oriente<br />
y el Occidente, siglos, dinastías, símbolos, cosmos y cosmogonías<br />
brindan los muros, pero inútilmente.<br />
<br />
<br />
Lento en mi sombra, la penumbra hueca<br />
exploro con el báculo indeciso,<br />
yo, que me figuraba el Paraíso<br />
bajo la especie de una biblioteca.<br />
<br />
<br />
Algo, que ciertamente no se nombra<br />
con la palabra azar, rige estas cosas;<br />
otro ya recibió en otras borrosas<br />
tardes los muchos libros y la sombra.<br />
<br />
<br />
Al errar por las lentas galerías<br />
suelo sentir con vago horror sagrado<br />
que soy el otro, el muerto, que habrá dado<br />
los mismos pasos en los mismos días.<br />
<br />
<br />
¿Cuál de los dos escribe este poema<br />
de un yo plural y de una sola sombra?<br />
¿Qué importa la palabra que me nombra<br />
si es indiviso y uno el anatema?<br />
<br />
<br />
Groussac o Borges, miro este querido<br />
mundo que se deforma y que se apaga<br />
en una pálida ceniza vaga<br />
que se parece al sueño y al olvido.<br />
AL ESPEJO<br />
<br />
¿Por qué persistes, incesante espejo?<br />
¿Por qué duplicas, misterioso hermano,<br />
el movimiento de mi mano?<br />
¿Por qué en la sombra el súbito reflejo?<br />
<br />
Eres el otro yo de que habla el griego<br />
y acechas desde siempre. En la tersura<br />
del agua incierta o del cristal que dura<br />
me buscas y es inútil estar ciego.<br />
<br />
El hecho de no verte y de saberte<br />
te agrega horror, cosa de magia que osas<br />
multiplicar la cifra de las cosas<br />
<br />
que somos y que abarcan nuestra suerte.<br />
Cuando esté muerto, copiarás a otro<br />
y luego a otro, a otro, a otro, a otro…<br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">EL INGENUO</span><br />
<br />
Cada aurora (nos dicen) maquina maravillas<br />
capaces de torcer la más terca fortuna;<br />
hay pisadas humanas que han medido la luna<br />
y el insomnio devasta los años y las millas.<br />
<br />
En el azul acechan públicas pesadillas<br />
que entenebran el día. No hay en el orbe una<br />
cosa que no sea otra, o contraria, o ninguna.<br />
A mí sólo me inquietan las sorpresas sencillas.<br />
<br />
Me asombra que una llave pueda abrir una puerta,<br />
me asombra que mi mano sea una cosa cierta,<br />
me asombra que del griego la eleática saeta<br />
<br />
instantánea no alcance la inalcanzable meta,<br />
me asombra que la espada cruel pueda ser hermosa,<br />
y que la rosa tenga el olor de la rosa.<br />
<br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">1964</span><br />
<br />
I<br />
<br />
Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.<br />
Ya no compartirás la clara luna<br />
ni los lentos jardines. Ya no hay una<br />
luna que no sea espejo del pasado,<br />
<br />
cristal de soledad, sol de agonías.<br />
Adiós las mutuas manos y las sienes<br />
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes<br />
la fiel memoria y los desiertos días.<br />
<br />
Nadie pierde (repites vanamente)<br />
sino lo que no tiene y no ha tenido<br />
nunca, pero no basta ser valiente<br />
<br />
para aprender el arte del olvido.<br />
Un símbolo, una rosa, te desgarra<br />
y te puede matar una guitarra.<br />
<br />
II<br />
<br />
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.<br />
Hay tantas otras cosas en el mundo;<br />
un instante cualquiera es más profundo<br />
y diverso que el mar. La vida es corta<br />
<br />
y aunque las horas son tan largas, una<br />
oscura maravilla nos acecha,<br />
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha<br />
que nos libra del sol y de la luna<br />
<br />
y del amor. La dicha que me diste<br />
y me quitaste debe ser borrada;<br />
lo que era todo tiene que ser nada.<br />
<br />
Sólo que me queda el goce de estar triste,<br />
esa vana costumbre que me inclina<br />
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.<br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">SOY</span><br />
<br />
Soy el que sabe que no es menos vano<br />
que el vano observador que en el espejo<br />
de silencio y cristal sigue el reflejo<br />
o el cuerpo (da lo mismo) del hermano.<br />
<br />
Soy, tácitos amigos, el que sabe<br />
que no hay otra venganza que el olvido<br />
ni otro perdón. Un dios ha concedido<br />
al odio humano esta curiosa llave.<br />
<br />
Soy el que pese a tan ilustres modos<br />
de errar, no ha descifrado el laberinto<br />
singular y plural, arduo y distinto,<br />
<br />
del tiempo, que es uno y es de todos.<br />
Soy el que es nadie, el que no fue una espada<br />
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.<br />
<br />
<br />
-------------------------------------------------------------------------<br />
<br />
<span style="font-weight: bold;">Jorge Luis Borges </span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBYd77a-LIm_mxwWLk-xcGooJS_YgM0nbiOr6YJvQrhOFab69WYXuFeig2hz5ketvZSf-C0n3h7NBc0JMAJ7iFbuDcTPx3EhyphenhyphenSuBd-zR3_H1sU5DrA3hnbzxUOU66iHs2S5lmoEUmXgrxg/s1600/borges2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="170" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBYd77a-LIm_mxwWLk-xcGooJS_YgM0nbiOr6YJvQrhOFab69WYXuFeig2hz5ketvZSf-C0n3h7NBc0JMAJ7iFbuDcTPx3EhyphenhyphenSuBd-zR3_H1sU5DrA3hnbzxUOU66iHs2S5lmoEUmXgrxg/s200/borges2.jpg" width="200" /></a></div>
<span style="font-size: 85%;">Jorge Francisco Isidoro Luis Borges (* Buenos Aires, 24 de agosto de 1899 - Ginebra, 14 de junio de 1986) fue un escritor argentino, uno de los autores más destacados de la literatura en español del siglo XX. Publicó ensayos breves, cuentos y poemas. Su obra, fundamental en la literatura y en el pensamiento humano, ha sido objeto de minuciosos análisis y de múltiples interpretaciones. Trasciende cualquier clasificación y excluye cualquier tipo de dogmatismo. Pocos escritores han repercutido tanto en la imaginación de los hombres. Fuente: es.wikipedia.org</span>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-7338625944467152902009-05-22T09:26:00.006-04:002013-06-23T16:56:29.505-04:00Cartas Literarias a una Mujer - Carta II (Poemas de Gustavo Adolfo Becquer)<div class="mobile-photo">
</div>
En mi anterior te dije que la poesía eras tú,<br />porque tú eres la más bella personificación<br />del sentimiento, y el verdadero espíritu de la<br />poesía de otro.<br />A propósito de esto, la palabra amor se deslizó<br />en mi pluma en uno de los párrafos de mi carta.<br />
De aquel párrafo hice el último.<br />Nada más natural. Voy a decirte el porqué.<br />Existe una preocupación bastante generalizada,<br />aun entre las personas que se dedican a dar<br />formas a lo que piensan, que, a mi modo de ver,<br />es, sin parecerlo, una de las mayores.<br />
Si hemos de dar crédito a los que de ella participan,<br />es una verdad tan innegable que se puede elevar<br />a la categoría de axioma el que nunca se vierte<br />la idea con tanta vida y precisión como en el momento<br />en que ésta se levanta semejante a un gas<br />desprendido y enardece la fantasía y hace vibrar<br />todas las fibrassensibles, cual si las tocase<br />alguna chispa eléctrica.<br />
Yo no niego que suceda así.<br />Yo no niego nada;<br />pero, por lo que a mí toca, puedo asegurarte<br />que cuando siento no escribo.<br />Guardo, sí, en mi cerebro escritas, como en un libro<br />misterioso, las impresiones que han dejado en él<br />su huella al pasar; estas ligeras y ardientes hijas de la<br />sensación duermen allí agrupadas en el fondo de<br />mi memoria hasta el instante en que, puro, tranquilo,<br />sereno y revestido, por decirlo así, de un poder<br />sobrenatural, mi espíritu las evoca, y tienden sus alas<br />transparentes, que bullen con un zumbido extraño,<br />y cruzan otra vez por mis ojos como en una<br />visión luminosa y magnífica.<br />
Entonces no siento ya con los nervios que se agitan,<br />con el pecho que se oprime, con la parte orgánica<br />natural que se conmueve al rudo choque de las<br />sensaciones producidas por la pasión y los afectos;<br />siento, sí, pero de una manera que puede llamarse<br />artificial; escribo como el que copia de una página<br />ya escrita; dibujo como el pintor que reproduce<br />el paisaje que se dilata ante sus ojos y se pierde<br />entre la bruma de los horizontes.<br />
Todo el mundo siente.<br />Sólo a algunos seres les es dado el guardar como<br />un tesoro la memoria viva de lo que han sentido.<br />Yo creo que éstos son los poetas.<br />Es más: creo que únicamente por esto lo son.<br />
Efectivamente, es más grande, es más hermoso,<br />figurarse el genio ebrio de sensaciones y de<br />inspiración, trazando a grandes rasgos, temblorosa<br />la mano con la ira, llenos aún los ojos de lágrimas<br />o profundamente conmovidos por la piedad esas<br />tiradas de poesía que más tarde son la admiración<br />del mundo; pero, ¿qué quieres?, no siempre<br />la verdad es lo más sublime.<br />
¿Te acuerdas?<br />No hace mucho que te lo dije<br />a propósito de una cuestión parecida.<br />
Cuando un poeta te pinte en magníficos<br />versos su amor, duda.<br />Cuando te lo dé a conocer en prosa, y mala, cree.<br />
Hay una parte mecánica, pequeña y material en<br />todas las obras del hombre, que la primitiva,<br />la verdadera inspiración desdeña en sus ardientes<br />momentos de arrebato.<br />
Sin saber cómo, me he distraído del asunto.<br />Como quiera que lo he hecho para darte una<br />satisfacción, espero que tu amor propio sabrá<br />disculparme. ¿Qué mejor intermedio que éste<br />para con una mujer?<br />
No te enojes.<br />Es uno de los muchos puntos de contacto que<br />tenéis con los poetas, o que éstos tienen<br />con vosotras.<br />
Sé, porque lo sé, aun cuando tú no me lo has dicho,<br />que te quejas de mí, porque al hablar del amor detuve<br />mi pluma y terminé mi primera carta como enojado<br />de la tarea.<br />
Sin duda, ¿a qué negarlo?,<br />pensaste que esta fecunda idea se esterilizó<br />en mi mente por falta de sentimiento.<br />Ya te he demostrado tu error.<br />
Al estamparla, un mundo de ideas confusas<br />y sin nombre se elevaron en tropel en mi cerebro<br />y pasaron volteando alrededor de mi frente, como<br />una fantástica ronda de visiones quiméricas.<br />Un vértigo nubló mis ojos.<br />
¡Escribir! ¡Oh!<br />Si yo pudiera haber escrito entonces,<br />no me cambiaría por el primer poeta del mundo.<br />
Mas... entonces lo pensé y ahora lo digo.<br />Si yo siento lo que siento, para hacer lo que hago,<br />¿qué gigante océano de luz y de inspiración<br />no se agitaría en la mente de esos hombres<br />que han escrito lo que a todos nos admira?<br />
Si tú supieras cómo las ideas más grandes se<br />empequeñecen al encerrarse en el círculo de hierro<br />la palabra; si tú supieras qué diáfanas, qué ligeras,<br />qué impalpables son las gasas de oro que trotan<br />en la imaginación al envolver esas misteriosas<br />figuras que crea y de las que sólo acertamos<br />a reproducir el descarnado esqueleto; si tú<br />supieras cuán imperceptible es el hilo de luz<br />que ata entre sí los pensamientos más<br />absurdos que nadan en el caos:<br />si tú supieras...<br />Pero, ¿qué digo?<br />Tú lo sabes, tú debes saberlo.<br />
¿No has soñado nunca?<br />Al despertar, ¿te ha sido alguna vez posible referir,<br />con toda su inexplicable vaguedad y poesía,<br />lo que has soñado?<br />
El espíritu tiene una manera de sentir<br />y comprender especial, misteriosa, porque<br />él es un arcano; inmensa, porque él es infinito;<br />divina, porque su esencia es santa.<br />
¿Cómo la palabra, cómo un idioma grosero y mezquino,<br />insuficiente a veces para expresar las necesidades de la<br />materia, podrá servir de digno intérprete entre dos almas?<br />
Imposible.<br />
Sin embargo, yo procuraré apuntar, como de pasada,<br />algunas de las mil ideas que me agitaron durante<br />aquel sueño magnífico, en que vi al amor,<br />envolviendo a la Humanidad como en un fluido<br />de fuego, pasar de un siglo en otro, sosteniendo<br />la incomprensible atracción de los espíritus,<br />atracción semejante a la de los astros, y<br />revelándose al mundo exterior por medio de la<br />poesía, único idioma que acierta a balbucear<br />algunas de las frases de su inmenso poema.<br />
Pero, ¿lo ves?<br />Ya quizá ni tú me entiendes ni yo sé lo que me digo.<br />Hablemos como se habla.<br />Procedamos con orden.<br />¡El orden! ¡Lo detesto,<br />y, sin embargo, es tan preciso para todo!...<br />
La poesía es el sentimiento;<br />pero el sentimiento no es más que un efecto,<br />y todos los efectos proceden de una causa<br />más o menos conocida.<br />¿Cuál lo será?<br />¿Cuál podrá serlo de este divino arranque de<br />entusiasmo, de esta vaga y melancólica aspiración<br />del alma, que se traduce al lenguaje de los hombres<br />por medio de sus más suaves armonías sino el amor?<br />
Sí; el amor es el manantial perenne de toda poesía,<br />el origen fecundo de todo lo grande,<br />el principio eterno de todo lo bello;<br />y digo el amor porque la religión,<br />nuestra religión sobre todo,<br />es un de todo lo grande,<br />el principio eterno de todo lo bello;<br />y digo el amor porque la religión,<br />nuestra religión<br />sobre todo, es un amor también,<br />es el amor más puro, más hermoso,<br />el único infinito que se conoce,<br />y sólo a estos dos astros<br />de la inteligencia<br />
El amor es la causa del sentimiento;<br />pero... ¿qué es el amor?<br />Ya lo ves:<br />el espacio me falta, el asunto es grande,<br />y... ¿te sonríes?...<br />¿Crees que voy a darte una excusa fútil para<br />interrumpir mi carta en este sitio?<br />
No; ya no recurriré a los fenómenos del mío para<br />disculparme de no hablar del amor.<br />Te lo confesaré ingenuamente: tengo miedo.<br />
Algunos días, sólo algunos, y te lo juro,<br />te hablaré del amor,<br />a riesgo de escribir un millón de disparates.<br />
-¿Por qué tiemblas? -dirás sin duda-.<br />¿No hablan de él a cada paso gentes<br />que ni aún lo conocen?<br />¿Por qué no has de hablar tú, tú que dices<br />que lo sientes?<br />
¡Ay! Acaso por lo mismo que ignoran lo que es,<br />se atreven a definirlo.<br />
¿Vuelves a sonreírte?...<br />Créeme: la vida está llena de estos absurdos.<br />
<a href="http://poema1000.blogspot.com/2009/04/cartas-literarias-una-mujer-i-gustavo.html">Ver tambien Cartas Literarias a una mujer - Carta I</a><br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-30688479666786248222009-05-21T09:24:00.004-04:002013-06-23T16:55:36.562-04:00EL CUADERNO DE LOS POEMAS (EvaSoul)<br />
A razón de unos escritos que anduve buscando, para poder volver un poco la vista atrás, no pude dejar de recordar aquel cuaderno místico que compartíamos semana por medio, ¿quizás te acuerdas?, ese que llenábamos de de poesía que nacía en la ausencia de ti y de mi, en la distancia, en aquella soledad que no se hacía tan dura, porque tenía un límite, porque era una soledad con fecha de vencimiento, porque el displacer de la espera tenía agendada un día y una hora para su fin.<br />
<br />
Pero las cosas han cambiado, el tiempo ahora se hace interminable, y no hay ni cuaderno, ni tiempo que venza, ni nadie que lo aguante, ahora las esperas son vacías, no hay letras, ni signos, ni un dibujo que de indicios de un poema, solo estos recuerdos, que de vez en cuando afloran, como aflora también la pena de lo que no es, de aquello que se fue hundiendo entremedio del dolor, del miedo, de la angustia y una soledad sin nombres.<br />
<br />
Ahora en la infinidad de aguante de una hoja quisiera decirte tantas cosas que tus oídos no toleran, cosas que jamás podrás conocer porque si lo hicieras dejarías de ser lo que eres ahora, y si fuese así, yo no estaría hablando contigo, sino que con ese otro que debes en cuando nos visita, pero que no es bienvenido. Es entonces cuando decido escribir estas líneas para mi, para fantasear un poco en pensar que esto lo estoy pronunciando mirándote a los ojos, con la calma que me da la certeza, la certeza de saber que lo que había ya no es, que las cosas han cambiado tanto que me parecen ajenas, y que a pesar del dolor que siento, y del par de lágrimas que me ha costado plasmar todo esto, estoy pensando en dejarte un adiós, sin derecho a cambio.<br />
<br />
EvaSoul para Poemas a 1000Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-6984929789541834852009-05-19T17:14:00.002-04:002013-06-23T16:56:02.908-04:00El Ultimo adios a Benedetti (Funeral de Mario Benedetti)<div class="mobile-photo">
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Unas dos mil personas, en su mayoria admiradores anónimos, se congregaron junto al Cementerio Central de Montevideo y aplaudieron en forma espontànea al paso del cortejo fúnebre por las calles de la capital uruguaya para despedir al escritor Mario Benedetti. Ariel Silva su secretario, su colega Eduardo Galeano y el cantautor Daniel Viglietti, han sido algunos de los que han cargado el féretro con sus restros.</div>
Decenas de flores han sido arrojadas al paso de la caravana, que ha marchado silenciosa por kilómetro y medio. Figuras de la política, la cultura, el sindicalismo, el deporte y diplomáticos de varios países se han acercado hasta el Cementerio Central para despedir al poeta, fallecido el domingo a los 88 años.<br />
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El féretro, depositado en el Panteón Nacional, no lucìa símbolo religiosos, sólo lo cubrían las flores que depositaba la gente y una pequeña bandera uruguaya. </div>
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El director de Cultura del Gobierno uruguayo, Hugo Achugar, se dirigió a los asistentes :</div>
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<em><strong> "Enterramos a un hombre bueno, al hombre de amplia sonrisa. Hoy enterramos al oficinista, al humorista, al actor de cine que hablaba alemán, hoy enterramos parte de nuestra historia"</strong></em></div>
"<em><strong>También enterramos su bigote, su disnea, la sonrisa pícara... Todo lo demás sigue vivo</strong></em>", subrayó.<br />
Con la muerte de Benedetti "<em><strong>todos se quedan huérfanos, como después de una guerra</strong></em>", subrayó y pidió que "<strong><em>todos sigan cantando, como quería Mario, en esta orfandad cargada de futuros"</em></strong>.<br />
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"<em><strong>No tuvo hijos, pero nos deja una amplia descendencia. Nos quedamos huérfanos pero con un enorme legado, polémico y rico",</strong></em></div>
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Adios al Poeta...</div>
Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-80042769451004622092009-05-19T00:52:00.002-04:002009-05-19T09:00:18.439-04:00Imágenes del Velatorio de Mario BenedettiEl velatorio ha sido visitado por decenas de personas en Uruguay, que han acudido a despedir al poeta. El funeral se realizará a las 10.00 hora local de Uruguay, <span class="txt-01">en el Panteón Nacional. Por otra parte, a la misma hora el gobierno cubano realizará un homenaje:<br /><br /></span><span style="font-style: italic;font-size:85%;" >"He venido en representación de mi Gobierno y de mi pueblo a expresarle a los familiares y amigos el momento de conmoción que vive nuestro país por la perdida de Mario Benedetti', declaró </span><span style="font-style: italic;font-size:85%;" >la embajadora cubana en Uruguay, Mariaelena Ruiz Capote </span><span style="font-style: italic;font-size:85%;" > tras visitar la capilla ardiente instalada en el salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo (Parlamento).</span> <p style="font-style: italic;"><span style="font-size:85%;">'Además -agregó- para comunicarles que mañana, coincidiendo con la hora en que se realizará el sepelio de Benedetti en Montevideo, la Casa de las Américas (en La Habana) le va a realizar un homenaje, en la sala Che Guevara, con una sesión especial de escritores, intelectuales en general y amigos de Benedetti'.</span></p> <p style="font-style: italic;"><span style="font-size:85%;">'Mario Benedetti fue un gran intelectual uruguayo y latinoamericano y, además, muy querido por todos los cubanos', agregó la diplomática.</span></p>A continuación algunas imágenes captadas por la televisión en el velatorio de Mario Benedetti:<br /><br /><object width="425" height="344"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/hDxRW5XlI84&hl=en&fs=1"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/hDxRW5XlI84&hl=en&fs=1" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object>Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-11410374408423995372009-05-18T15:00:00.002-04:002013-06-23T16:56:45.221-04:00Instalada quedo la capilla con los restos de Mario Benedetti para su velatorio<br />
La Capilla ardiente con los restos de Mario Benedetti quedo instalada el salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo y decenas de persona han comenzado a desfilar para dar el último adios al Poeta.<br />
<br />
Poco despues se hizo presente el PResidente de Uruguay Tabaré Vázquez, para saludar a familiares y amigos, acompañado por el vicepresidente de la República, y presidente del Parlamento, Rodolfo Nin Novoa.<br />
<br />
Las embajadoras de España, Aurora Díaz-Rato, y de Cuba, Marielena Ruiz Capote, fueron las primeras diplomáticas en llegar al Parlamento para presentar sus condolencias.<br />
<br />
Los restos serán sepultados mañana Martes en el Panteón Nacional de Uruguay.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-61670369660907174502009-05-18T08:57:00.005-04:002009-05-18T09:40:51.975-04:00Velatorio de Mario Benedetti<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwLrjvLzzVtffYNZMlrpW8NFLdu85e4P064pvtlay5qhqlwBpfRkuD9v5NB-X2ycir7pMG4qef3tKemlO1xnJofgXDbLa-WpACKiAKcZycQ5iBMptwcxVH3XtylxxkU41t-JNVlWeJSqek/s1600-h/Mario_Benedetti_OK_EFE_1.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 234px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwLrjvLzzVtffYNZMlrpW8NFLdu85e4P064pvtlay5qhqlwBpfRkuD9v5NB-X2ycir7pMG4qef3tKemlO1xnJofgXDbLa-WpACKiAKcZycQ5iBMptwcxVH3XtylxxkU41t-JNVlWeJSqek/s400/Mario_Benedetti_OK_EFE_1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5337147597147674738" border="0" /></a><br />De acuerdo a lo informado por el gobierno uruguayo, los resto del poeta Mario Benedetti, serán velados en el Salon de los Pasos Perdidos , del Parlamento. En el participaran el presidente uruguayo, Tabaré Alvarez, y el vicepresidente de la República y presidente de la Asamblea General, Rodolfo Nin Novoa.<br /><br />"Si Mario no dejó instrucciones en contrario, el martes 19 sus restos serán depositados en el Panteón Nacional", ha informado Mauricio Rosencof, director de Cultura de la Intendencia de Montevideo y amigo personal del escritor fallecido.<br /><br />Se informo por fuentes de gobierno que se ha declarado duelo nacional en Uruguay por la muerte del escritor.<br /><br />Por otra parte personalidades de todos los ámbitos han demostrado su pesar porla muerte del escritor:<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Joan Manuel Serrat</span><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXwd6pScqrpuXwvAFLCVRxwX8r3Nv2XI2tNh-r_4uvo5UbRmXzHv4v7WO1jNuwPdY0aA0_zjtGOn_rwKFKyOufQKN63axdNsuuXFC7_mUDjey4jwIf_woOiGbhsayzPh2k1npmwNYQLh2H/s1600-h/benedettiyserrat.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 235px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXwd6pScqrpuXwvAFLCVRxwX8r3Nv2XI2tNh-r_4uvo5UbRmXzHv4v7WO1jNuwPdY0aA0_zjtGOn_rwKFKyOufQKN63axdNsuuXFC7_mUDjey4jwIf_woOiGbhsayzPh2k1npmwNYQLh2H/s320/benedettiyserrat.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5337151102974761426" border="0" /></a><br /><br /><br />"Me fue muy fácil conectar y trabajar con él y lo que me gustó mucho fue que entendió la diferencia que hay entre un poeta y un escribidor de canciones, técnicamente hablando, y rehizo aquellos versos, para hacer letras de canciones, de una forma muy natural, porque comprendió bien los problemas que puede tener el músico a la hora de crear una canción".<br /><br />El cantante calificó anoche a su amigo de "hombre muy experimentado". "Me gustaba mucho su curiosidad, su forma de incorporar, mezclar y bajar la poesía a la calle, subirla a un escenario, acercarla a la gente, por eso es un poeta muy transversal".<br /><br />Serrat dijo al conocer la noticia de la muerte de Benedetti: "Vivo con la pena de perder un amigo que no voy a poder volver a ver, cuando regrese a Montevideo no lo voy a encontrar y estos vacíos que me va creando la vida cada vez son más complicados de sobrellevar, a pesar de que uno entienda muy bien qué camino es éste y que no hay otro".<br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;">José Saramago</span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Un amigo, un hermano</span><br />En su columna del periodico www.elpais.com, Saramago escribió:<br /><br />La obra de Mario Benedetti, amigo, hermano, es sorprendente en todos los aspectos, ya sea por la extensión en la variedad de géneros que toca, ya sea por la densidad de su expresión poética como por la extrema libertad conceptual que usa. El léxico de Benedetti ha ignorado deliberadamente la supuesta existencia de palabras "poéticas" y de otras que no lo son. Para Benedetti, la lengua, toda ella, es poética. Leída desde esta perspectiva, la obra del gran poeta uruguayo se nos presenta, no sólo como suma de una experiencia vital, sino, sobre todo, como la búsqueda persistente y lograda de un sentido, el del ser humano en el planeta, en el país, en la ciudad o en la aldea, en su casa simplemente o en la acción colectiva. Son muchas las razones que nos llevan a la lectura de Benedetti. Tal vez la principal sea ésa, precisamente: que el poeta se ha convertido en voz de su propio pueblo. O sea, en poeta universal.<br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Luis Sepúlveda</span><br /><br />Luis Sepúlveda, escritor chileno autor de "El viejo que leía novelas de amor" dijo hoy durante la presentación del Salón Internacional del Libro Iberoamericano de Gijón (España) al referirse al fallecimiento del Poeta:<br /><br />"Me levanté de mala gana. Sólo me apetece emborracharme, pedir un whisky y decirle al camarero que me ponga el más humilde que tenga con una rodaja de limón". El autor de explicó que éste era el modo en el que su "queridísimo" amigo uruguayo ordenaba la bebida en los "boliches" de Montevideo y consideró que sería un homenaje ante su desaparición.<br /><br />Sepúlveda aseguró que esta edición del certamen será un "gran homenaje" al hombre que afirmó que hay que de "defender la alegría como una barricada".Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-20634537179699589702009-05-17T22:17:00.006-04:002009-05-17T22:50:37.628-04:00Pesar en el mundo por la muerte de Mario Benedetti<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxHX3aGbRZBTIiXoro4B858NeTazzX-adGKziHHVkL6l255hrSkHB-_tRhTcylwx01DIHBjIolWwuplPCNCfKNgrgsXJ7QhqYmBWBDumOxnJBN8LdP1KUw6sgdVGxte98HOa4EzPf7R1xx/s1600-h/Mario+Benedetti.gif"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 215px; height: 203px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxHX3aGbRZBTIiXoro4B858NeTazzX-adGKziHHVkL6l255hrSkHB-_tRhTcylwx01DIHBjIolWwuplPCNCfKNgrgsXJ7QhqYmBWBDumOxnJBN8LdP1KUw6sgdVGxte98HOa4EzPf7R1xx/s400/Mario+Benedetti.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5336986938232632594" border="0" /></a><span style="font-style: italic;font-size:85%;" ><br />HASTA MAÑANA<br /><br />Voy a cerrar los ojos en voz baja voy a meterme a tientas en el sueño.<br />En este instante el odio no trabaja<br />para la muerte, que es su pobre dueño la voluntad suspende su<br />latido y yo me siento lejos, tan pequeño que a Dios invoco, pero no le pido nada, con tal de<br />compartir apenas este universo que hemos conseguido por las malas y a veces por las buenas.<br />¿Por qué el mundo soñado no es el mismo que este mundo de muerte<br />a manos llenas?<br /><br />Mi pesadilla es siempre el optimismo:<br />me duermo débil, sueño que soy fuerte, pero el futuro aguarda. Es<br />un abismo.<br /><br />No me lo digan cuando me despierte."</span><br /><div style="text-align: left; font-style: italic;"><span style="font-size:85%;"><br />Mario Benedetti</span><br /></div><br /><br />Y sucedió lo que hace tiempo temiamos, murió el gran escritor uruguayo Mario Benedetti a la edad de 88 años, hoy, en la ciudad de Montevideo Uruguay. El mundo de la literatura se encuentra de luto. Tal como les habíamos contado, hace una par de semanas estuvo internado por un delicado transtorno intestinal crónico. Hace algunos dias fue dado de alta.<br /><br />Benedetti fue autor de más de ochenta libros de poesía, novelas, cuentos y ensayos, así como de guiones de cine, fue galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (1999), el Premio Iberoamericano José Martí (2001) y el Premio Internacional Menéndez Pelayo (2005). <p> Su última obra publicada, el poemario "Testigo de uno mismo", fue presentada en agosto del año pasado. Actualmente se encontraba trabajando en el libro con nombre provisional "Biografía para encontrarme". </p><p>Antes de dedicarse a la escritura, Benedetti hizo de taquígrafo, cajero, vendedor, librero, periodista, traductor, empleado público y comercial. Todo esto le hizo tener contacto con la realidad de Uruguay, y en su obra se tradujo en un permanente compromiso social, característica por la que ha sido destacado entre sus pares.</p><p>Su amigo José Saramago habia hecho un llamado a realizar "Una cadena de Poesía para su recuperación", hoy creo más que nunca se debe leer en su honor, un poema...</p><p>Aca le dejo algunos de mis favoritos para recordarlo:</p><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Hagamos un trato / Táctica y Estrategia</span><br /><object height="340" width="560"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/q9mDegi6AnQ&hl=es&fs=1"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/q9mDegi6AnQ&hl=es&fs=1" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" height="340" width="560"></embed></object><br /><br /><br /><p style="font-weight: bold;">Rostro de Voz</p><p><br /><object height="344" width="425"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/-aqt1UuwpFQ&hl=es&fs=1"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/-aqt1UuwpFQ&hl=es&fs=1" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" height="344" width="425"></embed></object><br /><br />Le estaremos contando noticias acerca de lo que suceda...</p>Unknownnoreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-52728899743761942532009-05-17T00:30:00.002-04:002009-05-17T19:56:39.984-04:00ÁBREME TUS OJOS (Luilly Gómez)<span style=";font-family:Times New Roman;font-size:85%;" >Hoy un poema inédito de un amigo de nuestro blog, publicado integramente con dedicatoria incluida, espero les guste...<br /><br /><span style="font-style: italic;">"Después de forzar a mi corazón para que confesara y se pronunciara sobre los sentimientos que venían haciéndome sentir sensible hacia su nombre. Él me a dicho una serie de cosas... que obviamente no todas se pueden escribir...Entonces me he puesto a escribir estas palabras. </span></span> <p style="font-style: italic;"><span style=";font-family:Times New Roman;font-size:85%;" > Al sincerarme conmigo mismo esto ha nacido. ( no sé si llamarle poema, versos, soneto o quien sabe como)</span><span style="font-size:85%;"><br /></span></p> <p><span style="font-style: italic;font-size:85%;" > </span><span style="font-style: italic;font-family:Times New Roman;font-size:85%;" >Estas palabras te las envió con mucho afecto y respeto. Esperando tengas a bien recibir estas humildes prosas, que han nacido solamente, gracias al mágico momento que fue el conocerte y que junto a tu hermosa sonrisa y los placenteros pequeños momentos que he compartido junto a ti me han servido de inspiración para escribirte esto.</span><span style="font-style: italic;"> </span><span style="font-size:85%;">"<br /></span></p> <br />Ábreme tus ojos y déjame avanzar hacia tu corazón.<br />Ábreme tus ojos y podré caminar con mis ojos cerrados,<br />Ábreme tus ojos y ya no necesitare los míos,<br />Porque no habrá nada más hermoso que observar.<br /><br />Ábreme tus ojos, cual tímida flor muestra su hermosura a un suave rayo de sol.<br />Ábreme tu ojos que mi luz es delicada y no quiere hacerte ningún mal.<br />Sé que tímidas son las flores, sé que esa mira tiene grandes cerraduras.<br />Torpe e inútil seria forzar aquellos precavidos párpados.<br /><br />Aún estoy aquí. Sentado tras las cortinas que me prohíben<br />Abrazarte con mi mirada y besarte con mis ojos.<br /><br />Soñare por primera vez, si encuentro dentro de ti aquella mirada.<br />Yo sabré cuidar esa mirada; ella nunca morirá, dentro de los míos quedará y no<br />permitiré que ninguna molesta luz haga que tengas que cerrarlos.<br /><br />Mis tristes ojos nunca más producirán lagrima alguna.<br />Porque una sincera y eterna mirada es capaz de borrar toda melancolía, llanto, penas<br />y puede hacer soñar eternamente.<br /><br />Como quisiera sentir tu mirada sobre mi<br />y saber que podrías llegar a necesitarme.<br />¿ Qué será sentir que tu mirada se fija en mí ?<br />Qué abres tus ojos y me invitas a ser parte de tu corazón.Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-14285383404064216612009-05-16T00:26:00.003-04:002009-05-16T08:29:49.148-04:00LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS (Manuel Rivas)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_dF-XYl0O7QM/Sg3g2Q_HIFI/AAAAAAAAIr4/InCiGAF8MiM/s1600-h/la-lengua-de-las-mariposas.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 225px; height: 320px;" src="http://4.bp.blogspot.com/_dF-XYl0O7QM/Sg3g2Q_HIFI/AAAAAAAAIr4/InCiGAF8MiM/s320/la-lengua-de-las-mariposas.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5336168356381139026" border="0" /></a><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Hoy publicamos un relato de Manuel Rivas, en el cual esta basada la <a href="http://www.imdb.com/title/tt0188030">película homónima</a> del director José Luis Cuerda... espero lo disfruten.<br /></span> <p style="text-indent: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px;" align="justify"><span style="font-size: 10pt;font-family:Verdana;" >"¿Qué hay , Gorrión? Espero que este año podamos ver por fin la lengua de las mariposas".<br />El maestro aguardaba desde hacía tiempo que le enviaran un microscopio a los de la instrucción pública. Tanto nos hablaba de como se agrandaban las cosas menudas e invisibles por aquel aparato que los niños llegábamos a verlas de verdad, como si sus palabras entusiastas tuvieran un efecto de poderosas lentes.<br />"La lengua de la mariposa es una trompa enroscada como un resorte de reloj. Si hay una flor que la atrae, la desenrolla y la mete en el cáliz para chupar.<br />Cando lleváis el dedo humedecido a un tarro de azúcar ¿a que sienten ya el dulce en la boca como si la yema fuera la punta de la lengua? Pues así es la lengua de la mariposa".Y entonces todos teníamos envidia de las mariposas. Que maravilla. Ir por el mundo volando, con esos trajes de fiesta, y parar en flores como tabernas con barriles llenos de jarabe.<br />Yo quería mucho a aquel maestro. Al principio, mis padres no podían creerlo. Quiero decir que no podían entender como yo quería a mi maestro. Cuando era un "picarito", la escuela era una amenaza terrible. Una palabra que cimbraba en el aire como una vara de mimbre.<br />"¡Ya verás cuando vayas a la escuela!"<br />Dos de mis tíos, como muchos otros mozos, emigraron a América por no ir de quintos (*) a la guerra de Marruecos. Pues bien, yo también soñaba con ir a América sólo por no ir a la escuela. De hecho, había historias de niños que huían al monte para evitar aquel suplicio. Aparecían a los dos o tres días, ateridos y sin habla, como desertores de la Barranco del Lobo. Yo iba para seis años y me llamaban todos Gorrión. Otros niños de mi edad ya trabajaban. Pero mi padre era sastre y no tenía tierras ni ganado.<br />Prefería verme lejos y no enredando en el pequeño taller de costura. Así pasaba gran parte del día correteando por la Alameda, y fue Cordeiro, el recolector de basura y hojas secas, el que me puso el apodo. "Pareces un gorrión".<br />Creo que nunca corrí tanto como aquel verano anterior al ingreso en la escuela. Corría como un loco y a veces sobrepasaba el límite de la Alameda y seguía lejos, con la mirada puesta en la cima del monte Sinaí, con la ilusión de que algún día me saldrían alas y podría llegar a Buenos Aires. Pero jamás sobrepasé aquella montaña mágica.<br />"¡Ya verás cuando vayas a la escuela!"<br />Mi padre contaba como un tormento, como si le arrancara las amígdalas con la mano, la manera en que el maestro les arrancaba la jeada del habla para que no dijeran ajua nin jato ni jracias. "Todas las mañanas teníamos que decir la frase 'Los pájaros de Guadalajara tienen la garganta llena de trigo'. ¡Muchos palos llevábamos por culpa de Juadalagara!" Si de verdad quería meterme miedo, lo consiguió. La noche de la víspera no dormí. Encogido en la cama, escuchaba el reloj de la pared en la sala con la angustia de un condenado. El día llegó con una claridad de mandil de carnicero. No mentiría si le dijera a mis padres que estaba enfermo.<br />El miedo, como un ratón, me roía por dentro.<br />Y me meé. No me meé en la cama sino en la escuela.<br />Lo recuerdo muy bien. Pasaron tantos años y todavía siento una humedad cálida y vergonzosa escurriendo por las piernas. Estaba sentado en el último pupitre, medio escondido con la esperanza de que nadie se percatara de mi existencia, hasta poder salir y echar a volar por la Alameda.<br />"A ver, usted, ¡póngase de pie!"<br />El destino siempre avisa. Levanté los ojos y vi con espanto que la orden iba para mi. Aquel maestro feo como un bicho me señalaba con la regla. Era pequeña, de madera, pero a mi me pareció la lanza de Abd el-Krim.<br />"¿Cuál es su nombre?"<br />"Gorrión".<br />Todos los niños rieron a carcajadas. Sentí como si me batieran con latas en las orejas.<br />"¿Gorrión?"<br />No recordaba nada. Ni mi nombre. Todo lo que yo había sido hasta entonces había desaparecido de mi cabeza. Mis padres eran dos figuras borrosas que se desvanecían en la memoria. Miré cara al ventanal, buscando con angustia los árboles de la alameda.<br />Y fue entonces cuando me meé.<br />Cuando se dieron cuenta los otros rapaces, las carcajadas aumentaron y resonaban como trallazos (*).<br />Huí. Eché a correr como un loquito con alas. Corría, corría como solo se corre en sueños y viene tras de uno el Sacaúnto. Yo estaba convencido de que eso era lo que hacía el maestro. Venir tras de mi. Podía sentir su aliento en el cuello y el de todos los niños, como jauría de perros a la caza de un zorro. Pero cuando llegué a la altura del palco de la música y miré cara atrás, vi que nadie me había seguido, que estaba solo con mi miedo, empapado de sudor y de meos. El palco estaba vacío. Nadie parecía reparar en mi, pero yo tenía la sensación de que toda la villa estaba disimulando, que docenas de ojos censuradores acechaban en las ventanas, y que las lenguas murmuradoras no tardarían en llevarle la noticia a mis padres. Las piernas decidieron por mi. Caminaron hacia al Sinaí con una determinación desconocida hasta entonces. Esta vez llegaría hasta A Coruña y embarcaría de polisón en uno de esos navíos que llevan a Buenos Aires.<br />Desde la cima del Sinaí no se veía el mar sino otro monte más grande todavía, con peñascos recortados como torres de una fortaleza inaccesible. Ahora recuerdo con una mezcla de asombro y nostalgia lo que tuve que hacer aquel día. Yo sólo, en la cima, sentado en silla de piedra, bajo las estrellas, mientras en el valle se movían como luciérnagas los que con candil andaban en mi búsqueda. Mi nombre cruzaba la noche cabalgando sobre los aullidos de los perros. No estaba sorprendido. Era como si atravesara la línea del miedo. Por eso no lloré ni me resistí cuando llegó donde mi la sombra regia de Cordeiro. Me envolvió con su chaquetón y me abrazó en su pecho. "Tranquilo Gorrión, ya pasó todo".<br />Dormí como un santo aquella noche, pegadito a mamá. Nadie me reprendió. Mi padre se había quedado en la cocina, fumando en silencio, con los codos sobre el mantel de hule, las colillas amontonadas en el cenicero de concha de vieira, tal como pasara cuando había muerto la abuela.<br />Tenía la sensación de que mi madre no me había soltado de la mano en toda la noche.<br />Así me llevó, agarrado como quien lleva un serón en mi vuelta a la escuela. Y en esta ocasión, con corazón sereno, pude fijarme por vez primera en el maestro. Tenía la cara de un sapo.<br />El sapo sonreía. Me pellizcó la mejilla con cariño. "¡Me gusta ese nombre, Gorrión!". Y aquel pellizco me hirió como un dulce de café. Pero lo más increíble fue cuando, en el medio de un silencio absoluto, me llevó de la mano cara a su mesa y me sentó en su silla. Y permaneció de pie, agarró un libro y dijo:<br />"Tenemos un nuevo compañero. Es una alegría para todos y vamos a recibirlo con un aplauso". Pensé que me iba a mear de nuevo por los pantalones, pero sólo noté una humedad en los ojos. "Bien, y ahora, vamos a comenzar con un poema. ¿A quien le toca? ¿Romualdo? Ven, Romualdo, acércate. Ya sabes, despacito y en voz bien alta".<br />A Romualdo los pantalones cortos le quedaban ridículos. Tenía las piernas muy largas y oscuras, con las rodillas llenas de heridas.<br /><br /><i>Una tarde parda y fría...</i><br /><br />"Un momento, Romualdo, ¿qué es lo que vas a leer?"<br />"Una poesía, señor".<br />"¿Y como se titula?"<br />"Recuerdo infantil. Su autor es don Antonio Machado".<br />"Muy bien, Romualdo, adelante. Despacito y en voz alta. Repara en la puntuación.".<br />El llamado Romualdo, a quien yo conocía de acarrear sacos de piñas como niño que era de Altamira, carraspeó como un viejo fumador de picadura y leyó con una voz increíble, espléndida, que parecía salida de la radio de Manolo Suárez, el indiano de Montevideo.<br /><br /><i>Una tarde parda y fría<br />de invierno. Los colegiales<br />estudian. Monotonía<br />de lluvia tras los cristales.<br />Es la clase. En un cartel<br />se representa a Caín<br />fugitivo, y muerto Abel,<br />junto a una marcha carmín...</i><br /><br />"Muy bien. ¿Qué significa monotonía de lluvia, Romualdo?", preguntó el maestro.<br />"Que llueve después de llover, don Gregorio".<br /><br />"¿Rezaste?", preguntó mamá, mientras pasaba la plancha por la ropa que papá cosiera durante el día. En la cocina, la olla de la cena despedía un aroma amargo de nabiza.<br />"Pues si", dije yo no muy seguro. "Una cosa que hablaba de Caín y Abel".<br />"Eso está bien", dijo mamá. "Non se por que dicen que ese nuevo maestro es un ateo".<br />"¿Qué es un ateo?"<br />"Alguien que dice que Dios no existe". Mamá hizo un gesto de desagrado y pasó la plancha con energía por las arrugas de un pantalón.<br />"¿Papá es un ateo?"<br />Mamá posó la plancha y me miró fijo.<br />"¿Cómo va a ser papá un ateo? ¿Cómo se te ocurre preguntar esa pavada?"<br /><br />Yo había escuchado muchas veces a mi padre blasfemar contra Dios. Lo hacían todos los hombres. Cuando algo iba mal, escupían en el suelo y decían esa cosa tremenda contra Dios.<br />Decían dos cosas: Cajo en Dios, cajo en el Demonio. Me parecía que sólo las mujeres creían de verdad en Dios.<br />"¿Y el Demonio? ¿Existe el Demonio?"<br />"¡Por supuesto!"<br />El hervor hacía bailar la tapa de la olla. De aquella boca mutante salían vaharadas de vapor e gargajos de espuma y berza. Una abeja revoloteaba en el techo alrededor de la lámpara eléctrica que colgaba de un cable trenzado. Mamá estaba enfurruñada como cada vez que tenía que planchar. Su cara se tensaba cuando marcaba la raya de las perneras. Pero ahora hablaba en un tono suave y algo triste, como si se refiriera a un desvalido.<br />"El Demonio era un ángel, pero se hizo malo".<br />La abeja batió contra la lámpara, que osciló ligeramente y desordenó las sombras.<br />"El maestro dijo hoy que las mariposas también tienen lengua, una lengua finita y muy larga, que llevan enrollada como el resorte de un reloj. Nos la va a enseñar con un aparato que le tienen que mandar de Madrid. ¿A que parece mentira eso de que las mariposas tengan lengua?"<br />"Si él lo dice, es cierto. Hay muchas cosas que parecen mentira y son verdad. ¿Te gusta la escuela?"<br />"Mucho. Y no pega. El maestro no pega".<br /><br />No, el maestro don Gregorio no pegaba. Por lo contrario, casi siempre sonreía con su cara de sapo. Cuando dos peleaban en el recreo, los llamaba, " parecen carneros", y hacía que se dieran la mano.<br />Luego, los sentaba en el mismo pupitre. Así fue como hice mi mejor amigo, Dombodán, grande, bondadoso y torpe. Había otro rapaz, Eladio, que tenía un lunar en la mejilla, en el que golpearía con gusto, pero nunca lo hice por miedo a que el maestro me mandara darle la mano y que me cambiara junto a Dombodán. El modo que tenía don Gregorio de mostrar un gran enfado era el silencio.<br />"Si ustedes no se callan, tendré que callar yo".<br />Y iba cara al ventanal, con la mirada ausente, perdida en el Sinaí. Era un silencio prolongado, desasosegante, como si nos dejara abandonados en un extraño país.<br />Sentí pronto que el silencio del maestro era el peor castigo imaginable. Porque todo lo que tocaba era un cuento atrapante. El cuento podía comenzar con una hoja de papel, después de pasar por el Amazonas y el sístole y diástole del corazón. Todo se enhebraba, todo tenía sentido. La hierba, la oveja, la lana, mi frío. Cuando el maestro se dirigía al mapamundi, nos quedábamos atentos como si se iluminara la pantalla del cine Rex. Sentíamos el miedo de los indios cuando escucharon por vez primera el relincho de los caballos y el estampido del arcabuz. Íbamos a lomo de los elefantes de Aníbal de Cartago por las nieves de los Alpes, camino de Roma. Luchamos con palos y piedras en Ponte Sampaio contra las tropas de Napoleón. Pero no todo eran guerras.<br />Hacíamos hoces y rejas de arado en las herrerías del Incio. Escribimos cancioneros de amor en Provenza y en el mar de Vigo. Construimos el Pórtico da Gloria. Plantamos las patatas que vinieron de América. Y a América emigramos cuando vino la peste de la patata.<br />"Las patatas vinieron de América", le dije a mi madre en el almuerzo, cuando dejó el plato delante mío.<br />"¡Que iban a venir de América! Siempre hubo patatas", sentenció ella.<br />"No. Antes se comían castañas. Y también vino de América el maíz". Era la primera vez que tenía clara la sensación de que, gracias al maestro, sabía cosas importantes de nuestro mundo que ellos, los padres, desconocían.<br />Pero los momentos más fascinantes de la escuela eran cuando el maestro hablaba de los bichos. Las arañas de agua inventaban el submarino. Las hormigas cuidaban de un ganado que daba leche con azúcar y cultivaban hongos. Había un pájaro en Australia que pintaba de colores su nido con una especie de óleo que fabricaba con pigmentos vegetales. Nunca me olvidaré. Se llamaba tilonorrinco. El macho ponía una orquídea en el nuevo nido para atraer a la hembra.<br /><br />Tal era mi interés que me convertí en el suministrador de bichos de don Gregorio y él me acogió como el mejor discípulo. Había sábados y feriados que pasaba por mi casa y íbamos juntos de excursión. Recorríamos las orillas del rio, las gándaras (*), el bosque, y subíamos al monte Sinaí. Cada viaje de esos era para mi como una ruta del descubrimiento. Volvíamos siempre con un tesoro. Una mantis. Una libélula. Un escornabois (*). Y una mariposa distinta cada vez, aunque yo solo recuerde el nombre de una es la que el maestro llamó Iris, y que brillaba hermosísima posada en el barro o en el estiércol.<br />De regreso, cantábamos por las corredoiras (*) como dos viejos compañeros. Los lunes, en la escuela, el maestro decía: "Y ahora vamos a hablar de los bichos de Gorrión".<br />Para mis padres, esas atenciones del maestro eran una honra. Aquellos días de excursión, mi madre preparaba la merienda para los dos. "No hacía falta, señora, yo ya voy comido", insistía don Gregorio. Pero a la vuelta, decía: "Gracias, señora, exquisita la merienda".<br />"Estoy segura de que pasa necesidades", decía mi madre por la noche.<br />"Los maestros no ganan lo que tienen que ganar", sentenciaba, con sentida solemnidad, mi padre. "Ellos son las luces de la República".<br />"¡La República, la República! ¡Ya veremos donde va a parar la República!"<br />Mi padre era republicano. Mi madre, no. Quiero decir que mi madre era de misa diaria y los republicanos aparecían como enemigos de la Iglesia.<br />Procuraban no discutir cuando yo estaba delante, pero muchas veces los sorprendía.<br />"¿Qué tienes tu contra Azaña? Esa es cosa del cura, que te anda calentando la cabeza".<br /><br />"Yo a misa voy a rezar", decía mi madre.<br />"Tu, si, pero el cura no".<br />Un día que don Gregorio vino a recogerme para ir a buscar mariposas, mi padre le dijo que, si no tenía inconveniente, le gustaría "tomarle las medidas para un traje".<br />El maestro miró alrededor con desconcierto.<br />"Es mi oficio", dijo mi padre con una sonrisa.<br />"Respeto muchos los oficios", dijo por fin el maestro.<br />Don Gregorio llevó puesto aquel traje durante un año y lo llevaba también aquel día de julio de 1936 cuando se cruzó conmigo en la alameda, camino del ayuntamiento.<br />"¿Qué hay, Gorrión? A ver si este año podemos verles por fin la lengua a las mariposas".<br />Algo extraño estaba por suceder. Todo el mundo parecía tener prisa, pero no se movía. Los que miraban para la derecha, viraban cara a la izquierda. Cordeiro, el recolector de basura y hojas secas, estaba sentado en un banco, cerca del palco de la música. Yo nunca viera sentado en un banco a Cordeiro. Miró cara para arriba, con la mano de visera. Cuando Cordeiro miraba así y callaban los pájaros era que venía una tormenta.<br />Sentí el estruendo de una moto solitaria. Era un guarda con una bandera sujeta en el asiento de atrás. Pasó delante del ayuntamiento y miró cara a los hombres que conversaban inquietos en el porche. Gritó: "¡Arriba España!" Y arrancó de nuevo la moto dejando atrás una estela de estallidos.<br />Las madres comenzaron a llamar por los niños. En la casa, parecía haber muerto otra vez la abuela. Mi padre amontonaba colillas en el cenicero y mi madre lloraba y hacía cosas sin sentido, como abrir el grifo del agua y lavar los platos limpios y guardar los sucios.<br />Llamaron a la puerta y mis padres miraron el picaporte con desasosiego. Era Amelia, la vecina, que trabajaba en la casa de Suárez, el indiano.<br />"¿Saben lo que está pasando? En la Coruña los militares declararon el estado de guerra. Están disparando contra el Gobierno Civil".<br />"¡Santo cielo!", se persignó mi madre.<br /><br />"Y aquí", continuó Amelia en voz baja, como si las paredes oyeran, " Se dice que el alcalde llamó al capitán de carabineros pero que este mandó decir que estaba enfermo",<br />Al día siguiente no me dejaron salir a la calle. Yo miraba por la ventana y todos los que pasaban me parecían sombras encogidas, como si de pronto cayera el invierno y el viento arrastrara a los gorriones de la Alameda como hojas secas.<br />Llegaron tropas de la capital y ocuparon el ayuntamiento. Mamá salió para ir a la misa y volvió pálida y triste, como si se hiciera vieja en media hora.<br />"Están pasando cosas terribles, Ramón", oí que le decía, entre sollozos, a mi padre. También él había envejecido. Peor todavía. Parecía que había perdido toda voluntad.<br />Se arrellanó en un sillón y no se movía. No hablaba. No quería comer.<br />"Hay que quemar las cosas que te comprometan, Ramón. Los periódicos, los libros. Todo"<br />Fue mi madre la que tomó la iniciativa aquellos días. Una mañana hizo que mi padre se arreglara bien y lo llevó con ella a la misa. Cuando volvieron, me dijo: "Ven, Moncho, vas a venir con nosotros a la alameda".<br />Me trajo la ropa de fiesta y, mientras me ayudaba a anudar la corbata, me dijo en voz muy grave:"Recuerda esto, Moncho. Papá no era republicano. Papá no era amigo del alcalde. Papá no hablaba mal de los curas. Y otra cosa muy importante, Moncho. Papá no le regaló un traje al maestro".<br />"Si que lo regaló".<br />"No, Moncho. No lo regaló. ¿Entendiste bien? ¡No lo regalo!"<br />Había mucha gente en la Alameda, toda con ropa de domingo. Bajaran también algunos grupos de las aldeas, mujeres enlutadas, paisanos viejos de chaleco y sombrero, niños con aire asustado, precedidos por algunos hombres con camisa azul y pistola en el cinto. Dos filas de soldados abrían un corredor desde la escalinata del ayuntamiento hasta unos camiones con remolque entoldado, como los que se usaban para transportar el ganado en la feria grande.<br />Pero en la alameda no había el alboroto de las ferias sino un silencio grave, de Semana Santa. La gente no se saludaba. Ni siquiera parecían reconocerse los unos a los otros. Toda la atención estaba puesta en la fachada del ayuntamiento.<br />Un guardia entreabrió la puerta y recorrió el gentío con la mirada. Luego abrió del todo e hizo un gesto con el brazo. De la boca oscura del edificio, escoltados por otros guardas, salieron los detenidos, iban atados de manos y pies, en silente cordada. De algunos no sabía el nombre, pero conocía todos aquellos rostros. El alcalde, el de los sindicatos, el bibliotecario del ateneo Resplandor Obrero, Charli, el vocalista de la orquesta Sol y Vida, el cantero q quien llamaban Hércules, padre de Dombodán... Y al cabo de la cordada, jorobado y feo como un sapo, el maestro.<br />Se escucharon algunas órdenes y gritos aislados que resonaron en la Alameda como petardos. Poco a poco, de la multitud fue saliendo un ruge-ruge que acabó imitando aquellos apodos.<br />"¡Traidores! ¡Criminales! ¡Rojos!"<br />"Grita tu también, Ramón, por lo que más quieras, ¡grita!". Mi madre llevaba agarrado del brazo a papá, como si lo sujetara con toda su fuerza para que no desfalleciera. "¡Que vean que gritas, Ramón, que vean que gritas!"<br />Y entonces oí como mi padre decía "¡Traidores" con un hilo de voz. Y luego, cada vez más fuerte, "¡Criminales! ¡Rojos!" Saltó del brazo a mi madre y se acercó más a la fila de los soldados, con la mirada enfurecida cara al maestro. "¡Asesino! ¡Anarquista! ¡Comeniños!"<br />Ahora mamá trataba de retenerlo y le tiró de la chaqueta discretamente. Pero él estaba fuera de sí. "¡Cabrón! ¡Hijo de mala madre¡ Nunca le había escuchado llamar eso a nadie, ni siquiera al árbitro en el campo de fútbol. "Su madre no tiene la culpa, ¿eh, Moncho?, recuerda eso". Pero ahora se volvía cara a mi enloquecido y me empujaba con la mirada, los ojos llenos de lágrimas y sangre. "¡Grítale tu también, Monchiño, grítale tu también!"<br />Cuando los camiones arrancaron cargados de presos, yo fui uno de los niños que corrían detrás lanzando piedras. Buscaba con desesperación el rostro del maestro para llamarle traidor y criminal. Pero el convoi era ya una nube de polvo a lo lejos y yo, en el medio de la alameda, con los puños cerrados, sólo fui capaz de murmurar con rabia: "¡Sapo! ¡Tilonorrinco! ¡Iris!"</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-81575789005214723782009-05-15T16:00:00.002-04:002009-05-15T16:02:16.253-04:00Y AÚN ASÍ... YO ME LEVANTO (Maya Angelou)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPo19Vx6kOhLXdw1SFO4Oab5vKlZY0UHRqR7_XyTL2g4vTdcTJ1DPTAz6iLsU0hec2Jo92Te-LLKMTZxyhg7NIUTTYpuhP0nE99QYc6aTzMRl_7NsVftbCPJwNb8n8gTcGP25MRP70Cwbw/s1600-h/maya1.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 229px; height: 303px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPo19Vx6kOhLXdw1SFO4Oab5vKlZY0UHRqR7_XyTL2g4vTdcTJ1DPTAz6iLsU0hec2Jo92Te-LLKMTZxyhg7NIUTTYpuhP0nE99QYc6aTzMRl_7NsVftbCPJwNb8n8gTcGP25MRP70Cwbw/s400/maya1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5336143471832855314" border="0" /></a><br /><p>Tú puedes escribirme en la historia<br />con tus amargas, torcidas mentiras,<br />puedes aventarme al fango<br />y aún así, como el polvo... me levanto.</p> <p>¿Mi descaro te molesta?<br />¿Porqué estás ahí quieto, apesadumbrado?<br />Porque camino<br />como si fuera dueña de pozos petroleros<br />bombeando en la sala de mi casa...</p> <p>Como lunas y como soles,<br />con la certeza de las mareas,<br />como las esperanzas brincando alto,<br />así... yo me levanto.</p> <p>¿Me quieres ver destrozada?<br />cabeza agachada y ojos bajos,<br />hombros caídos como lágrimas,<br />debilitados por mi llanto desconsolado.</p> <p>¿Mi arrogancia te ofende?<br />No lo tomes tan a pecho,<br />Porque yo río como si tuviera minas de oro<br />excavándose en el mismo patio de mi casa.</p> <p>Puedes dispararme con tus palabras,<br />puedes herirme con tus ojos,<br />puedes matarme con tu odio,<br />y aún así, como el aire, me levanto.</p> <p>¿Mi sensualidad te molesta?<br />¿Surge como una sorpresa<br />que yo baile como si tuviera diamantes<br />ahí, donde se encuentran mis muslos?</p> <p>De las barracas de vergüenza de la historia<br />yo me levanto<br />desde el pasado enraizado en dolor<br />yo me levanto<br />soy un negro océano, amplio e inquieto,<br />manando<br />me extiendo, sobre la marea,<br />dejando atrás noches de temor, de terror,<br />me levanto,<br />a un amanecer maravillosamente claro,<br />me levanto,<br />brindado los regalos legados por mis ancestros.<br />Yo soy el sueño y la esperanza del esclavo.<br />Me levanto.<br />Me levanto.<br />Me levanto.</p>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-86979524678497503612009-05-14T08:41:00.004-04:002009-05-14T10:34:40.376-04:00Poemas de Manuel Rivas<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIyGwQxJH2cIgWz4vYVMe3wXE-GtX3ujfuxWSnA8i5_5bKwKLrvGDoX-ghueCiPX53f6qMEd0RWRj_vUyQtZ0yRVGwijpqGaeCZm0lOVC9JIlSxG3K8ZA6BE5iE2Nnfa8Zg_AO-OO32hJq/s1600-h/Manuel+Rivas.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 280px; height: 282px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIyGwQxJH2cIgWz4vYVMe3wXE-GtX3ujfuxWSnA8i5_5bKwKLrvGDoX-ghueCiPX53f6qMEd0RWRj_vUyQtZ0yRVGwijpqGaeCZm0lOVC9JIlSxG3K8ZA6BE5iE2Nnfa8Zg_AO-OO32hJq/s400/Manuel+Rivas.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5335427462572944642" border="0" /></a><br /><br />BLUES<br /><br />Sólo la noche es el paraíso: duermen los hombres.<br /><br />Los sueños abren las ventanas<br />y se lamen las heridas en las playas y en las orillas<br />de los ríos.<br /><br />Los sueños cantan con la garganta helada.<br />Como esclavos, hacen sonar los tambores.<br /><br /><br /><br />DESPEDIDA<br /><br />Puedo estar orgulloso.<br />Se cae la casa<br />pero mis hijos huyeron al bosque<br />con la cabeza llena de pájaros.<br />(De Un millón de vacas, Barcelona, Ediciones B, 1990).<br /><br /><br />SOMOS LO QUE SOÑAMOS SER<br /><br />Somos lo que soñamos ser<br />Y ese sueño, no es tanto una meta<br />Como una energía<br />Cada día es una crisálida<br /><br />Cada día alumbra una metamorfosis<br />Caemos, nos levantamos<br />Cada día la vida empieza de nuevo<br />La vida es un acto de resistencia y de reexistencia<br />Vivimos, revivimos<br />Pero todos esos tienen la memoria<br /><br />Somos lo que recordamos<br />La memoria es nuestro hogar nómada<br />Como las plantas o las aves emigrantes<br />Los recuerdos tienen la estrategia de la luz<br />Van hacia delante<br />A la manera del remero que se desplaza de espaldas para ver mejor<br />Hay un dolor parecido al dolor de muelas<br />A la pérdida física<br />Y es perder algún recuerdo que queremos<br />Esas fotos imprescindibles en el álbum de la vida<br />Por eso hay una clase d melancolía que no atrapa<br />Sino que nutre la libertad<br />En esa melancolía como espuma en las olas<br />Se alzan los sueños.<br /><br />-----------------------------------<br /><br /><span style="font-size:85%;"><span style="font-weight: bold;">Manuel Rivas Barrós</span><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1YH2pVtuuOnHXYyqFsQuv7UhBiWYqKy4A3aFZ8CNCq_DSS6Aaa_n159jmb7ai-UwymSKtMvlC7yHEFvHJjcmkwtMMMM9RiW-h5klDgk8EpyI7_nnaZcVx4rMimjZiGU-Ck0oz74CaPWPx/s1600-h/manuelriva2.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 69px; height: 103px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1YH2pVtuuOnHXYyqFsQuv7UhBiWYqKy4A3aFZ8CNCq_DSS6Aaa_n159jmb7ai-UwymSKtMvlC7yHEFvHJjcmkwtMMMM9RiW-h5klDgk8EpyI7_nnaZcVx4rMimjZiGU-Ck0oz74CaPWPx/s400/manuelriva2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5335427586358649986" border="0" /></a>"Manolo Rivas", (1957, La Coruña), es un escritor, poeta, ensayista y periodista gallego cuya obra se desarrolla en lengua gallega aunque también escribe puntualmente artículos en castellano.<br /><br />Nacido el 24 de octubre de 1957 en la calle Marola del barrio coruñés de Montealto. Estudió secundaria en el IES Monelos. Desde hace muchos años vive en Vimianzo. La totalidad de su obra literaria se desarrolla en lengua gallega, aunque también escribe artículos periodísticos en castellano. Su libro de cuentos ¿Que me queres, amor? (¿Qué me quieres, amor?) (1996) incluye el relato A lingua das bolboretas (La lengua de las mariposas), en el que se basó la película homónima. Su obra se completa con los libros de relatos Ela, maldita alma (Ella, maldita alma) (1999), La mano del emigrante (2001), y Las llamadas perdidas (2002).<br /><br />Es autor de tres novelas cortas: Os comedores de patacas (Los comedores de patatas)(1992), O lápis do carpinteiro )El lápiz del carpintero) (1999), Premio de la Crítica española, llevada al cine por Antón Reixa, y En salvaje compañía (1994), que ha sido reeditada con correcciones del autor en 2004. Sus últimas obras son El héroe(2006), teatral; Los libros arden mal (2006), una novela y Os Grouchos (2008), un ensayo periodístico. Junto con Suso de Toro es la cabeza visible de una generación de narradores gallegos con amplio eco de crítica y público en España.<br /><br />En cuanto a su obra periodística, buena parte de sus mejores reportajes están compilados en El periodismo es un cuento (1998), usado como libro de texto en numerosas facultades de Ciencias de la Información, así como en los volúmenes Toxos e flores (1992), Galicia, el bonsái atlántico (1994), Galicia, Galicia (2001), Mujer en el baño (2004) y Una espía en el reino de Galicia (2004).<br /><br />Sus trabajos poéticos están recogidos en la antología El pueblo de la noche, Do descoñecido ao descoñecido y Mohicania revisada.<br /><br />Periodista desde los quince años, ha colaborado con diversos medios de prensa, radio y televisión. En la actualidad escribe en el diario El País.<br /><br />Comprometido con su país y su realidad, Manuel Rivas fue socio fundador de Greenpeace en España, y ocupó cargos directivos en la organización durante varios años. Durante la catástrofe del Prestige, participó en la creación de la plataforma ciudadana Nunca Máis.<br /><br />Está casado con María Isabel López y Mariño y tiene dos hijos, un hombre y una mujer. El hijo, Martiño Rivas es actor, y actualmente trabaja en la serie de Antena 3, El internado. Fuente: es.wikipedia.org</span>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-89599253334412033392009-05-13T08:05:00.000-04:002013-06-23T16:58:01.176-04:00Poemas de Roberto Bolaño<br />
<br />
UN RESPLANDOR EN LA MEJILLA<br />
<br />
<br />
Y Utopía fue el veterinario,<br />
el hombre feroz, la vieja en silla de ruedas cercada por sueños,<br />
y los personajes de los sueños incompatibles se fueron masacrando<br />
uno tras otro, hasta dejar un stock de pesadillas vacía.<br />
Y Utopía fue un reflejo opaco en el interior de un vegetal.<br />
Vitrinas, maniquís desnudos, ebrios tirándoles besos a las nubes.<br />
Un laberinto de escaleras eléctricas por donde vagaban<br />
unos niños extraviados que tenían e corazón maravilloso<br />
hasta la náusea.<br />
<br />
¿De todo eso que vi realmente? ¿Con qué ojos tremendos<br />
contemplé el olor puro de aquella muchacha sencillamente<br />
parada en la entrada de un circo? Sólo recuerdo<br />
haber estado demasiado tiempo en un cuarto blanco leyendo novelas<br />
policiales; casi toda mi vida mientras tú me mirabas desde<br />
una ventana redonda, como de baño público, y<br />
los adolescentes se reían como si acabaran de salir del desierto<br />
con los bolsillos llenos de dinero gratis.<br />
<br />
Dinero gratis, dinero gratis, amor gratis, un resplandor<br />
inconcebible en la mejilla. Soñadores transformándose a sí mismos<br />
pero incapaces de convencer a una muchacha de que la aman.<br />
Nubes gratis y vacías, restaurantes gratis y vacíos,<br />
automóviles fríos rumbo a las playas doradas del Pacífico,<br />
visiones de Michelangelo para todos, ojos que se cierran<br />
con la velocidad de la luz, y su armonía, estrépito de cisnes,<br />
estrépito de humedad.<br />
<br />
Comida gratis, bebida gratis, lluvias divertidas<br />
e interminables como las novelas de Victor Hugo.<br />
Hospitales gratis, desiertos gratis, animales gratis, deseos<br />
de caminar sobre las manos, de ponerse una corona de espinas<br />
eléctrica y luminosa.<br />
<br />
Blue-jeans rayoneados de ternura, escenas de teatro<br />
en la orilla del mar prolongadas hasta el infinito, tres años<br />
de asco y amor, tres años de enfermedades infantiles<br />
enmierdadas con precisión, y los duros arbolitos, pero<br />
los duros arbolitos, mientras los duros arbolitos<br />
como lanzas florecían.<br />
<br />
Y gemí, y dije ya no sé qué decir, la oficina está vacía,<br />
los submarinos explotan como fetos en las fosas del Atlántico,<br />
alguien me acaricia el pelo y dice que ya está igual de largo<br />
que el suyo, y yo tuerzo el cuello como un solitario cigarrillo<br />
aplastado en la noche enorme y la miro, esperando volver a sentir<br />
en los párpados la tibia obsidiana de los sueños, cuando en<br />
las mañanas nos abrazábamos sin querer despertar, perdidos<br />
en las llanuras de escamas, mientras cae nieve y el frío sonríe<br />
desde un cenicero absolutamente limpio, y no queremos despertar,<br />
y no sabemos qué decir: los labios partidos,<br />
la cara blanca del invierno manchada de lipstick.<br />
<br />
La velocidad se detiene, mira hacia todas partes, enloquece<br />
a las fechas. Un anarquistoide muerto bajo las ramas<br />
plateadas de un sauce. Encima de él la primavera violeta. Fuera<br />
de ese cuadro una muchacha sueña renacimientos atroces.<br />
<br />
Y está bien, está bien, ya púdose prender la chimenea y cerrar<br />
puertas y ventanas. Ningún brillo va reemplazar nada.<br />
No habrán formas de arder que completen esta nube cargada de lluvia<br />
No habrá viento contra este resplandor acuático. Ni callejones violetas<br />
ni suaves caderas antiguas. Ese jaleo al subir las mil escaleras<br />
del ojo abierto: automóviles llenos de Sol estacionados<br />
en todas las esquinas de tus venas. Una sonrisa sin<br />
contexto, una mano crispada fuera de la foto.<br />
<br />
---------------------------------------------<br />
<br />
Ahora paseas solitario por los muelles<br />
de Barcelona<br />
Fumas un cigarrillo negro y por<br />
un momento crees que sería bueno<br />
que lloviese<br />
Dinero no te conceden los dioses<br />
mas sí caprichos extraños<br />
Mira hacia arriba:<br />
está lloviendo<br />
<br />
1983<br />
<br />
<br />
Cae fiebre como nieve<br />
Nieve de ojos verdes<br />
<br />
II<br />
Se ríen los trovadores en el patio de la taberna<br />
La mula de Guiraut de Bornelh El cantar oscuro<br />
y el cantar claro Cuentan que un catalán prodigioso...<br />
La luna... Los claros labios de una niña diciendo en latín<br />
que te ama Todo lejos y presente<br />
No nos publicarán libros ni incluirán muestras<br />
de nuestro arte en sus antologías (Plagiarán<br />
mis versos mientras yo trabajo solo en Europa)<br />
Sombra de viejas destrucciones. La risa de los juglares<br />
desaparecidos La luna en posición creciente<br />
Un giro de 75o en la virtud Que tus palabras te sean fieles<br />
<br />
III<br />
Guiraut Sentado en el patio de la taberna<br />
Las piernas cruzadas Has salido para digerir<br />
contemplando el cielo Los tejados grises<br />
Las chimeneas humeantes de los primeros días invernales<br />
Las niñitas rubias morenas pelirrojas Jugando<br />
<br />
IV<br />
En primavera salían de los bosques y recibían a los hombres<br />
Tersites Inmaculado el mármol atraviesa descripciones<br />
lamentos estados totalitarios Algo tan lejano a la risa<br />
de los comerciantes (Salían de sus bosques para hacer<br />
el amor) Con campesinos que alababan grandemente<br />
sus cabalgaduras atadas a los árboles bajos o paciendo<br />
en los claros Una Grecia en blanco y negro Y anos dilatados<br />
estrechando vergas notables Tersites las amazonas<br />
un atardecer que persiste a las descripciones y los besos<br />
<br />
V<br />
Tal vez no ame a nadie en particular dijo<br />
mientras miraba a través de los cristales<br />
(La poesía ya no me emociona) - ¿Qué? Su amiga<br />
levantó las cejas Mi poesía (Caca)<br />
Ese vacío que siento después de un orgasmo<br />
(Maldita sea, si sigo escribiendo llegaré a sentirlo<br />
de verdad) La verga parada mientras se desarrolla<br />
el Dolor (Ella se vistió aprisa. Medias<br />
de seda roja) Un aire jazzeado una manera de hablar<br />
(Improviso, luego existo, ¿cómo se llamaba ese tipo?)<br />
Descartes Caca (Qué nublado, dijo ella,<br />
mirando hacia arriba Si pudieras contemplar<br />
tu propia sonrisa Santos anónimos Nombres<br />
carentes de significado<br />
<br />
VI<br />
Nadie te manda cartas ahora Debajo del faro<br />
en el atardecer Los labios partidos por el viento<br />
Hacia el Este hacen la revolución Un gato duerme<br />
entre tus brazos A veces eres inmensamente feliz<br />
<br />
VII<br />
En la sala de lecturas del Infierno En el club<br />
de aficionados a la ciencia-ficción<br />
En los patios escarchados En los dormitorios de tránsito<br />
En los caminos de hielo Cuando ya todo parece más claro<br />
Y cada instante es mejor y menos importante<br />
Con un cigarrillo en la boca y con miedo A veces<br />
los ojos verdes Y 26 años Un servidor<br />
<br />
<br />
Publicado en Le Prosa Revista de Escritura Literaria<br />
México, febrero de 1981.<br />
<br />
<br />
Atole<br />
<br />
Vía a Mario Santiago y Orlando Guillén<br />
los poetas perdidos de México<br />
tomando atole con el dedo<br />
<br />
En los murales de una nueva universidad<br />
llamada infierno o algo que podía ser<br />
una especie de infierno pedagógico<br />
<br />
Pero os aseguro que la música de fondo<br />
era una huasteca veracruzana o tamaulipeca<br />
no soy capaz de precisarlo<br />
<br />
Amigos míos era el día en que se estrenaba<br />
<<los de="" perdidos="" poetas="" xico="">><br />así que ya se lo pueden imaginar<br /><br />Y Mario y Orlando reían pero como en cámara lenta<br />como si en el mural en el que vivían<br />no existiera la prisa o la velocidad<br /><br />No sé si me explico<br />como si sus risas se desplegaran minuciosamente<br />sobre un horizonte infinito<br /><br />Esos cielos pintados por el Dr. Atl, ¿los recuerdas?<br />sí, los recuerdo, y también recuerdo<br />las risas de mis amigos<br /><br />Cuando aún no vivían dentro del mural laberíntico<br />apareciendo y desapareciendo como la poesía verdadera<br />esa que ahora visitan los turistas<br /><br />Borrachos y drogados como escritos con sangre<br />ahora desaparecen por el esplendor geométrico<br />que es el México que les pertenece<br /><br />El México de las soledades y los recuerdos<br />el del metro nocturno y los cafés chinos<br />el del amanecer el del atole<br /> <br /><br />El burro<br /><br />A veces sueño que Mario Santiago<br />Viene a buscarme con su moto negra.<br />Y dejamos atrás la ciudad y a medida<br />Que las luces van desapareciendo<br />Mario Santiago me dice que se trata<br />De una moto robada, la última moto<br />Robada para viajar por las pobres tierras<br />Del norte, en dirección a Texas,<br />Persiguiendo un sueño innombrable,<br />Inclasificable, el sueño de nuestra juventud,<br />Es decir el sueño más valiente de todos<br />Nuestros sueños. Y de tal manera<br />Cómo negarme a montar la veloz moto negra<br />Del norte y salir rajados por aquéllos caminos<br />Que antaño recorrieran los santos de México,<br />Los poetas mendicantes de México,<br />Las sanguijuelas taciturnas de Tepito<br />O la colonia Guerrero, todos en la misma senda,<br />Donde se confunden y mezclan los tiempos:<br />Verbales y físicos, el ayer y la afasia.<br /><br />Y a veces sueño que Mario Santiago<br />Viene a buscarme, o es un poeta sin rostro,<br />Una cabeza sin ojos, ni boca, ni nariz,<br />Sólo piel y voluntad, y yo sin preguntar nada<br />Me subo a la moto y partimos<br />Por los caminos del norte, la cabeza y yo,<br />Extraños tripulantes embarcados en una ruta<br />Miserable, caminos borrados por el polvo y la lluvia,<br />Tierra de moscas y lagartijas, matorrales resecos<br />Y ventiscas de arena, el único teatro concebible<br />Para nuestra poesía<br /><br />Y a veces sueño que el camino<br />Que nuestra moto o nuestro anhelo recorre<br />No empieza en mi sueño sino en el sueño<br />De otros: los inocentes, los bienaventurados,<br />Los mansos, los que para nuestra desgracia<br />Ya no están aquí. Y así Mario Santiago y yo<br />Salimos de la ciudad de México que es la prolongación<br />De tantos sueños, la materialización de tantas<br />Pesadillas, y remontamos los estados<br />Siempre hacia el norte, siempre por el camino<br />De los coyotes, y nuestra moto entonces<br />Es del color de la noche. Nuestra moto<br />Es un burro negro que viaja sin prisa<br />Por las tierras de la Curiosidad. Un burro negro<br />Que se desplaza por la humanidad y la geometría<br />De estos pobres paisajes desolados.<br />Y la risa de Mario o de la cabeza<br />Saluda a los fantasmas de nuestra juventud,<br />El sueño innombrable e inútil<br />De la valentía.<br /><br />Y a veces creo ver una moto negra<br />Como un burro alejándose por los caminos<br />De tierra de Zacatecas y Coahuila, en los límites<br />Del sueño, y sin alcanzar a comprender<br />Su sentido, su significado último,<br />Comprendo no obstante su música:<br />Una alegre canción de despedida.<br /><br />Y acaso son los gestos de valor los que<br />Nos dicen adiós, sin resentimiento ni amargura,<br />En paz con su gratuidad absoluta y con nosotros mismos.<br />Son los pequeños desafíos inútiles -o que<br />Los años y la costumbre consintieron<br />Que creyéramos inútiles- los que nos saludan,<br />Los que nos hacen señales enigmáticas con las manos,<br />En medio de la noche, a un lado de la carretera,<br />Como nuestros hijos queridos y abandonados,<br />Criados solos en estos desiertos calcáreos,<br />Como el resplandor que un día nos atravesó<br />Y que habíamos olvidado.<br /><br />Y a veces sueño que Mario llega<br />Con su moto negra en medio de la pesadilla<br />Y partimos rumbo al norte,<br />Rumbo a los pueblos fantasmas donde moran<br />Las lagartijas y las moscas.<br />Y mientras el sueño me transporta<br />De un continente a otro<br />A través de una ducha de estrellas frías e indoloras,<br />Veo la moto negra, como un burro de otro planeta,<br />Partir en dos las tierras de Coahuila.<br />Un burro de otro planeta<br />Que es el anhelo desbocado de nuestra ignorancia,<br />Pero que también es nuestra esperanza<br />Y nuestro valor.<br /><br />Un valor innombrable e inútil, bien cierto,<br />Pero reencontrado en los márgenes<br />Del sueño más remoto,<br />En las particiones del sueño final,<br />En la senda confusa y magnética<br />De los burros y de los poetas.<br /><br />Los Perros Románticos. Poemas 1980-1998.<br />Editorial Lumen. Barcelona, España, 2000.<br /><br /><br /><br />----------------------------------------------<br /><br /><span style="font-size: 85%;"><span style="font-weight: bold;">Roberto Bolaño Ávalos</span><br />(Santiago de Chile, 28 de abril de 1953 - Barcelona, 14 de julio, 2003) fue un escritor y poeta chileno. Su obra, considerada como una de las fuerzas de influencia más notables para la nueva literatura hispanoamericana, refleja un sentido generacional y a menudo un gran amor por la poesía y por la literatura. En 1999 fue galardonado con el Premio Rómulo Gallegos por su obra Los detectives salvajes.<br /><br /><br />Roberto Bolaño nació en Santiago de Chile en 1953; fue un escolar con problemas de dislexia y pasó su infancia en ciudades como Los Ángeles, Valparaíso, Quilpué, Viña del Mar y Cauquenes. A los 13 años, Bolaño se trasladó con su familia a México. Vivió su adolescencia concentrado en la lectura, encerrado durante horas en una biblioteca pública de Ciudad de México.<br /><br />En 1973 decidió volver a Chile con el propósito de apoyar el proceso de reformas socialistas de Salvador Allende. Tras un largo viaje en autobús, autostop y barco (atravesando prácticamente toda América Latina) llega a Chile pocos días antes del golpe de estado de 1973, y se unió a grupos de revolucionarios de izquierda trotskista. Al poco tiempo fue detenido cerca de Concepción, y fue liberado luego de ocho días debido a la ayuda de un antiguo compañero de estudios en Cauquenes que se encontraba entre los policías que debían custodiarlo y que quizá, se encuentre en el origen de su cuento Detectives publicado en Llamadas telefónicas (Narrativas Hispánicas, 1997).[1]<br /><br />El infrarrealismo<br /><br />Meses después regresa a México, donde junto al poeta Mario Santiago Papasquiaro (quien serviría de modelo para Ulises Lima en Los detectives salvajes) fundó el movimiento poético infrarrealista, que, surgido a partir de reuniones y tertulias en el Café La Habana de la calle Bucarelli, se opuso radicalmente a los poderes dominantes en la poesía mexicana y al establishment literario mexicano (que tenía a Octavio Paz como su figura preponderante). El movimiento infrarrealista tuvo como guías la ruptura con lo oficial y establecerse como vanguardia. Si bien se agruparon bajo el apelativo de infrarrealistas alrededor de quince poetas, Roberto Bolaño y Mario Santiago Papasquiaro fueron los exponentes estilísticamente más sólidos, destacando ambos por una poesía cotidiana, disonante y con varios elementos dadaístas, género que Santiago cultivó hasta el final de su vida pero que Bolaño fue abandonando poco a poco por la prosa (aunque el mismo Bolaño nunca dejó de reconocerse a sí mismo como poeta).<br /><br />El movimiento infrarrealista fue intrascendente, pero se dice que buscó, por sus propias características fundacionales y por su espíritu contestatario, enemigos y detractores que lo mantuvieron y lo siguen manteniendo marginado y sin ningún tipo de reconocimiento, aunque ha influido decisivamente en una generación de creadores -que, cabe mencionar, también han guardado silencio sobre dicha influencia-. Esto es muy extraño si se considera que muchos artistas con pasado similar han sido personajes sobresalientes. La popularidad alcanzada por Bolaño ha hecho que dicha teoría de marginalidad se vaya diluyendo lentamente. "Se podría sostener que el infrarrealismo lo determinó como escritor de la misma forma que el alejamiento de la corriente le permitió iniciar su carrera como novelista. México para él fue central, porque lo determinó como escritor (...) el México nocturno, el México de las calles, del habla cotidiana, de un destino quebrado y a veces trágico y el humor lo cautivaron. No es casualidad que sus dos más grandes novelas las haya centrado en México, Los detectives salvajes y 2666", comentó Juan Villoro en referencia a Bolaño.[2]<br /><br />Luego emigró a España, concretamente a Cataluña, donde ya vivía su madre. Allí desempeñó diversos oficios —vendimiador en verano, vigilante nocturno de un camping en Castelldefels, vendedor en un almacén de barrio— antes de poder dedicarse por completo a la literatura. Bolaño falleció el martes 15 de julio de 2003 en el hospital Valle de Hebrón de Barcelona tras pasar diez días en coma como consecuencia de una insuficiencia hepática. Dejó inconclusa la novela 2666, en la cual llevó al extremo su capacidad fabuladora, esta vez en torno a un personaje que retoma la figura del escritor desaparecido, en este caso, Benno von Archimboldi.<br /><br />En 1998 ganó Premio Herralde de novela gracias su obra Los detectives salvajes, por la que también obtuvo el Premio Rómulo Gallegos en 1999. En 2004, un año después de su muerte, obtuvo el premio Salambó a la mejor novela escrita en español, por 2666. El jurado del premio destacó el nivel y diversidad de los cinco finalistas, todos ellos «libros nobles, respetables y muy notables». Y se refirió a la novela ganadora, como «el resumen de una obra de mucho peso, donde se decanta lo mejor de la narrativa de Roberto Bolaño». Una novela que «contiene mucha literatura, que supone un gran riesgo y lleva al extremo el lenguaje literario de su autor».<br /><br />Bolaño se presenta en algunas de sus obras (como Los detectives salvajes, Amuleto, Estrella distante o el borrador de 2666) como su álter ego, Arturo Belano. También aparece retratado en las novelas Soldados de Salamina de Javier Cercas y en Mantra de Rodrigo Fresán. Fuente: es.wikipedia.org</span></los>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-9178442447200014602009-05-12T08:32:00.003-04:002013-06-23T16:58:19.462-04:00Poemas de Miquel Martí I Pol<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-X_Ou7s1gnv9ubYqcaf-0JcDG9S_fChBvMHrjGAmRVK4B2nNToCheGnn0IRePi4w51zybfpo3W2tWFgo7QpULjMYnk0chRzG4A6vTEmxXIryRY6oPYuBOx3v1mP9F7aDAZVjziLqc7AAM/s1600-h/miquel_marti_i_pool_2.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5334915851911281026" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-X_Ou7s1gnv9ubYqcaf-0JcDG9S_fChBvMHrjGAmRVK4B2nNToCheGnn0IRePi4w51zybfpo3W2tWFgo7QpULjMYnk0chRzG4A6vTEmxXIryRY6oPYuBOx3v1mP9F7aDAZVjziLqc7AAM/s400/miquel_marti_i_pool_2.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 203px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 270px;" /></a><br />
Ahora que todo vuelve...<br />
<br />
Ahora que todo vuelve: el silencio y la espera,<br />
las palabras que hemos guardado en lugar seguro<br />
todo este julio de viento y nostalgia.<br />
Ahora que todo vuelve: la tibieza del cuerpo<br />
aquietado y dócil bajo las manos amantes<br />
y aquel perderse en las tardes tranquilas,<br />
bosque adentro, por el tapiz crujiente de hojas de pino,<br />
¿no es su valor este esfuerzo cálido y el quererse<br />
con certeza a solas, la dura<br />
voluntad de permanecer, presente ausente a la vez,<br />
sin pensar que el tiempo es un vacío sin límites?<br />
<br />
Mujer: nada me cuesta decir tu nombre,<br />
aunque estés lejos. Lo escribo en las piedras y el agua,<br />
en la sombra acogedora de los árboles a la vera del río<br />
y en el comedor de casa. Sé que oirás<br />
mis palabras, porque llevas en las manos<br />
el signo de un tiempo nuevo, y has crecido en la esperanza<br />
de que alguien lo aceptara sin hacerte preguntas.<br />
<br />
De "He heredado la esperanza"<br />
Versión de Adolfo García Ortega<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
Carta<br />
<br />
Ahora que estoy muy solo y es de noche afuera<br />
te escribo apenas para decirte que las cosas<br />
nada han cambiado desde que nos dejamos,<br />
que los árboles mueren lentamente, como siempre,<br />
y el río sigue su curso de cada día.<br />
Te escribo en el Pueblo y me crecen líquenes<br />
en las manos, las palabras me resuenan<br />
silencio adentro, entre libros y sueños.<br />
Estoy tan solo que ni oso moverme.<br />
El tiempo se me va entre el estorbo<br />
que soy, si miro hacia atrás,<br />
y el horizonte de ti que se me aleja.<br />
Todo ahora es reposado, tal vez<br />
porque el riesgo es mayor y me maravilla<br />
saber que me lo juego a una palabra.<br />
Siempre hay un gesto profundo que no se mide<br />
ni con las manos ni con la voz, un gesto que nos deja<br />
tan enfrente de nosotros que se diría<br />
que hemos vuelto a nacer. Podría yo<br />
llenar de presencias este silencio enorme<br />
y, poco a poco, hacerlo el centro;<br />
podría decirte cosas más concretas<br />
para convertir en arena la soledad<br />
y arraigarme en ella, pero entonces<br />
un viento salado me heriría los labios<br />
y amo más el ocio de hablarte.<br />
He aquí pues: te escribo y es de noche afuera.<br />
¿Qué más podría hacer por retenerte<br />
si el tiempo nada puede ya contra la espera<br />
que me he impuesto de ti, si no me llega<br />
rumor alguno de la noche y estoy inmóvil<br />
porque el silencio eres tú y temo perderte?<br />
Cada palabra es una mano que se abre<br />
para acoger a otra mano. Soy todo palabras<br />
y me entrego entero porque crecer<br />
no mancha ya mi piel ni me desconcierta.<br />
<br />
Sé esto desde que cada cosa<br />
se me hace presente, insólita y precisa,<br />
al cerrar los ojos, desde que me golpea<br />
la nostalgia como una pesadilla y vivo siempre<br />
hacia mí mismo. Hay días -créeme-<br />
en que me niego a pensar en ti. No quisiera<br />
separarte del silencio ni someterte<br />
a la medida del deseo, y en cambio<br />
te me muestras tan clara que parece<br />
que tengo la sangre llena de vidrios.<br />
<br />
Ahora te escribo, ya ves, para decirte apenas<br />
que todo es como antes, que nada cambia<br />
en el fondo si no lo tocamos nosotros,<br />
que sólo nos atañe este silencio<br />
compartido, y el riesgo de creer y crecer<br />
como árboles aislados que une, a ratos,<br />
un mismo viento o una misma lluvia.<br />
<br />
De "Autobiografía"<br />
Versión de Adolfo García Ortega<br />
<br />
<br />
<br />
Descansas, Marta, y cierro los ojos...<br />
<br />
Descansas, Marta, y cierro los ojos<br />
para pensarte, para verte. Fuegos lejanos<br />
y músicas y fiestas en tu cuerpo.<br />
El alboroto extraño de los colores<br />
de este verano y el viento que revuelve<br />
los cabellos derramando su claridad.<br />
Cueva y torrente al mismo tiempo, gritaré<br />
tu certeza, la de estos instantes<br />
compartidos, y escucharé el eco<br />
de cada palabra al fondo de mí mismo;<br />
cueva y torrente, repetiré tu nombre<br />
y mis labios te proclamarán<br />
deseo y presencia a la vez.<br />
Tributo de hojas y arena, tiempo y juego<br />
calman la sed del caminante.<br />
Descansas, Marta, y yo descanso en ti,<br />
y te pienso dulcemente, y te veo, y te tengo.<br />
<br />
De "Amada Marta"<br />
Versión de Adolfo García Ortega<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
Descubristeis que en sólo un instante...<br />
<br />
Descubristeis que en sólo un instante<br />
puede amarse como en toda una vida.<br />
Descubrísteis el gozo como una isla<br />
desconocida que puede aparecer<br />
ante la proa de la nave que os lleva,<br />
una mañana ignorada,<br />
por una ruta antigua.<br />
Lanzáos ardientemente entonces<br />
a la locura de amaros, ahora<br />
que vuestro cuerpo es ágil, y haced trizas<br />
el ánfora que conservaba el viejo perfume,<br />
para aspirar de un solo golpe<br />
toda su intensidad dominadora,<br />
y quién sabe si morir después de la prueba.<br />
<br />
De "Palabras al viento"<br />
Versión de Adolfo García Ortega<br />
<br />
<br />
El paso del tiempo<br />
<br />
Se hace, pues, inútil<br />
retomar aquellos versos<br />
que guardamos muchos años atrás<br />
e intentar adaptarlos<br />
al nuevo ritmo del tiempo.<br />
Quiero decir que, en conciencia,<br />
ya no puede decirse ahora caridad<br />
ni amor ni libertad como entonces.<br />
Envejecen los versos<br />
y la voz se nos deforma<br />
si no tratamos, tenaces, de entender<br />
que ha cambiado el sentido<br />
vital de las palabras.<br />
Es una pendiente fácil<br />
y resbaladiza, que no nos deja<br />
crecer. Para los que luchan<br />
siempre se hace corto el tiempo;<br />
los otros se extasían<br />
y protestan, airados,<br />
contra cualquier viento que agite<br />
el agua del pilón que los conserva.<br />
Y se mojan entre sí,<br />
displicentes, con las viejas<br />
palabras. Porque el juego<br />
consiste en sentirse<br />
siempre húmedo, convencido, inefable.<br />
<br />
De "Autobiografía"<br />
Versión de Adolfo García Ortega<br />
<br />
<br />
He amado mucho y mucho amo todavía...<br />
<br />
He amado mucho y mucho amo todavía.<br />
Lo digo alegre y hasta un poco sorprendido<br />
de un amor tal que todo clarifica.<br />
He amado mucho y amaré mucho más<br />
sin ninguna clase de miramiento ni trabas<br />
que me escatimen el hondo placer<br />
incomprensible para mucha gente.<br />
Lo digo alegre: he amado mucho y mucho<br />
he de amar. Quiero que todos lo sepan.<br />
Desde la altura clara de este cuerpo<br />
que me hace eco o me responde<br />
cuando el deseo reclama plenitudes,<br />
desde la intensidad de una mirada<br />
o bien desde la espuma de un solo beso<br />
yo proclamo mi amor: el legítimo.<br />
<br />
De "Amada Marta"<br />
Versión de Adolfo García Ortega<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
Un día estaré muerto...<br />
<br />
Un día estaré muerto<br />
y aún quedará la tarde<br />
en la paz de los caminos,<br />
en los verdes sembrados,<br />
en los pájaros y el aire<br />
quietamente amigo,<br />
y en el paso de esos hombres<br />
que desconozco y que amo.<br />
Un día estaré muerto<br />
y aún quedará la tarde<br />
en los ojos de la mujer<br />
que se acerca y me besa,<br />
en la música antigua<br />
de cualquier tonada,<br />
o aún en un objeto,<br />
el más íntimo y claro,<br />
o puede que en mis versos.<br />
Decidme qué prodigio<br />
hace a la tarde tan dulce<br />
y tan intensa a la vez,<br />
y a qué prado o a qué nube<br />
he de atribuir mi gozo;<br />
porque me sé perdurable<br />
en cuanto me rodea,<br />
y sé que alguien, en el tiempo,<br />
conservará mi recuerdo.<br />
<br />
De "Palabras al viento"<br />
Versión de Adolfo García Ortega<br />
<br />
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<span style="font-size: 85%;"><span style="font-weight: bold;">Miquel Martí i Pol </span><br />(19 de marzo de 1929, Roda de Ter, Barcelona-11 de noviembre de 2003, Vic, Barcelona). Poeta, escritor y traductor catalán.<br /><br />A los catorce años empezó a trabajar en las oficinas de la fábrica textil Tecla Sala, donde ya trabajaba su madre. A los diecinueve años cae enfermo de tuberculosis pulmonar, lo que le obliga a pasar un año en la cama, periodo en el que leerá muchísimo.<br /><br />En 1954 gana el premio Óssa Menor con Paraules al vent.<br /><br />En 1956 se casa con Dolors Feixas, con quien tendrá una hija en 1958 y un hijo en 1965. Empieza a traducir e inicia una serie de actividades públicas: da conferencias, canta junto a miembros de la Nova Cançó, colabora en revistas... A finales de esta década también se implica en las actividades políticas del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC).<br /><br />A partir de 1970 empieza a manifestarse en el poeta una esclerosis múltiple que le llevará a abandonar la fábrica en 1973.<br /><br />En 1978 recibe un homenaje en la Setmana Popular de Osona, organizada por la comisión de cultura del PSUC, con la asistencia de poetas como Vicent Andrés Estellés, Pere Quart, Joan Brossa, Joan Vinyoli, Ramon Pinyol y Xavier Bru de Sala, entre otros.<br /><br />En 1984 muere Dolors Feixa.<br /><br />En 1986 se vuelve a casar, con Montserrat Sans.<br /><br />Traductor al catalán de Antoine de Saint-Exupéry (Ciutadella, en colaboración con Jordi Sarsanedas, 1965), Georges Arnaud (El salari de la por, 1968) Simone de Beauvoir (La mesura de l'home, 1969), Claude Lévi-Strauss (Tristos tròpics, 1969, El pensament salvatge, 1971), Apollinaire, Flaubert, Zola, Racine, Huysmans y Roland Barthes, entre otros.<br /><br />Su obra ha sido traducida al castellano, asturiano, portugués, alemán, inglés, italiano, flamenco, hebreo, esloveno, búlgaro, ruso y japonés.</span>Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3733655671735737551.post-17909486306806410982009-05-10T12:54:00.003-04:002009-05-10T12:56:18.651-04:00De Alta Mario Benedetti<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_dF-XYl0O7QM/SgcHFU0G0VI/AAAAAAAAIqI/YYG7w8Ggv8k/s1600-h/Benedetti_1.gif"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 214px; height: 320px;" src="http://1.bp.blogspot.com/_dF-XYl0O7QM/SgcHFU0G0VI/AAAAAAAAIqI/YYG7w8Ggv8k/s320/Benedetti_1.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5334240071711641938" border="0" /></a><br />El escritor Uruguayo que estuviera hospitalizado por doce días, tal como lo habiamos informado, fue dado de alta este miércoles y trasladado a su domicilio, se informó oficialmente.<br /><br />"Respondió excelentemente al tratamiento médico instituido, lo que determinó que se otorgara el alta a domicilio", dice el parte médico firmado por la doctora María del Huerto. Agrega que el paciente se retiro estable, lúcido y sin necesitar de otras medidas que las que ya recibía previo a su internación por problemas digestivos y respiratorios.<br /><br />Bien por Benedetti y bien por la poesía...Unknownnoreply@blogger.com0